Talgo estudia acuerdos con otros fabricantes para ampliar su capacidad tras el veto a la opa
Contempla firmar contratos con Magyar Vagon o Skoda para aumentar su fuerza de fabricación y sacar la cartera de pedidos
El bloqueo del Gobierno a la opa de Magyar Vagon sobre Talgo fuerza la activación de un 'plan B' en el fabricante de trenes de ... origen vasco o, al menos, una alternativa para seguir adelante con la actividad. La compañía presidida por Carlos de Palacio no tiene tiempo para esperar a la batalla judicial que se abre en muchos frentes con los recursos anunciados por Magyar Vagon en el Supremo y Bruselas o el de los pequeños accionistas. Necesita desatascar el ahogo de sus dos plantas con 4.000 millones de euros en pedidos y una expectativa de importantes licitaciones que se abre en el mercado internacional. Según reconoce la compañía, las oportunidades que ofrece el sector hasta 2026 ascienden a un total de 6.400 millones en nuevos contratos.
La empresa insiste en que «continúa con su actividad industrial y de negocio y con sus compromisos con trabajadores y clientes». En esa línea se encuadran los movimientos, confirmados por EL CORREO de fuentes conocedoras de las negociaciones, para activar acuerdos con otras empresas del sector con las que reforzar su capacidad de fabricación. Es decir, acuerdos comerciales para subcontratar en otras fábricas los trabajos para llegar a tiempo con las entregas pendientes.
Para ese papel la propia Magyar Vagon sería una de las primeras en la lista. Y es que los directivos de Talgo han trabajado este último año diseñando el plan industrial conjunto que se hubiera puesto en marcha si la opa hubiera llegado a buen término. Pero las mismas fuentes tampoco descartan el empleo de las instalaciones de Skoda para este mismo fin. Y es que tanto las plantas checas como las húngaras aportan la ventaja de estar muy cerca de Alemania. El operador germano Deutsche Bahn es el responsable del mayor pedido de trenes de la historia de Talgo y el que más aprieta en estos momentos: un total de 2.100 millones para 100 trenes. Las entregas han de arrancar ya. Están en ejecución 79 unidades y han comenzado los envíos de las primeras para realizar las pruebas pertinentes.
Otro de los contratos a los que Talgo debe dar cumplimiento es el de 300 millones en Dinamarca actualmente en ejecución, mientras siguen las entregas de los Avril a Renfe tras retrasos e incidencias que el operador nacional ha venido reprochando insistentemente. Los acuerdos comerciales entre empresas, incluso uniones para acudir conjuntamente a una licitación son habituales en el sector.
0,64% es el porcentaje en que subió ayer Talgo en la Bolsa cerrando a 3,95 euros el título
Mientras tanto, el crédito de los bancos aumenta el apalancamiento de la compañía. Este se ha elevado un 18% en el primer semestre del año hasta los 393,2 millones de deuda. Un pasivo que exige pagos de 289 millones hasta 2026. Según explica Talgo en sus cuentas, muchos de los pedidos requieren fondos para su construcción y son adelantados en líneas de crédito hasta su entrega y cobro. De ahí la importancia de cumplir los plazos.
En la jornada de ayer la acción de Talgo aguantó la cotización revalorizándose un leve 0,64% hasta los 3,95 euros por título, después de caer el martes un 8,72%. El valor de la acción sigue por encima de los 3,70 euros a los que cotizaba en noviembre de 2023, cuando saltó a la luz el interés de Magyar Vagon por Talgo.
Los sindicatos reclaman un plan industrial urgente y piden una reunión con la dirección.
Movimientos del Gobierno
El Ejecutivo trabaja también en alternativas para Talgo que contemplan hasta la inversión pública a través de la Sepi o la vía de fusión con Skoda. Por su parte, los sindicatos reclamaron ayer con «urgencia» un plan industrial para la empresa. CSIF pidió al Ejecutivo que «explique su hoja de ruta» y CC OO solicitó una reunión urgente con la dirección de Talgo para que «ponga sus planes alternativos encima de la mesa» y «aclare el futuro a través de un plan industrial».
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