Rolls aceptaría que el Gobierno vasco entre en el capital de ITP
Las únicas ofertas proceden de fondos de inversión y el Ejecutivo central quiere que haya una empresa nacional que actúe como líder
La compañía británica Rolls Royce admitiría de buen grado que el Gobierno vasco -también el español- participara en el capital de ITP, dentro del proceso ... de venta de la empresa vasca fabricante de componentes para motores de aviones. Así lo indicó ayer un portavoz de la compañía británica al señalar que «hemos dejado claro a lo largo del proceso que los gobiernos español y vasco son partes importantes y que existe un diálogo continuo y constructivo con ellos. También hemos dejado claro que estamos abiertos a conversaciones con posibles inversores o socios españoles y, por supuesto, eso podría incluir al Gobierno si se pudiera llegar a una solución», indicó. El Ejecutivo de Vitoria ya ha mostrado en reiteradas ocasiones su disposición a participar en operaciones de este tipo que contribuyan a garantizar el arraigo de empresas que son estratégicas para Euskadi.
El ya largo proceso de venta de ITP por parte de la multinacional Rolls Royce -los primeros sondeos se llevaron a cabo antes del verano del pasado año-, lleva camino de eternizarse. Rolls, sus propietarios, quieren venderla; el Gobierno español debe autorizar la operación porque hay intereses en el área de Defensa; sólo hay ofertas de fondos de inversión y al Ejecutivo central esto no le gusta; el Ministerio de Industria quiere al frente de la compañía a una empresa nacional que garantice el futuro control y la estabilidad de la compañía, pero no hay ofertas de empresas que cumplan esas condiciones; el Gobierno no se conforma y quiere alejar a los fondos de inversión. Y... vuelta a empezar con el círculo vicioso.
Rolls quiere deshacerse de la empresa vasca -o al menos de una parte importante de las acciones-, como vía para reparar en parte su maltrecho equilibrio patrimonial. Unos malos resultados económicos en los últimos años y un exceso de deuda le han llevado a la obligación, forzada por la banca, de deshacerse de algunas de sus propiedades. Algunas fuentes cifran en torno a 1.500 millones de euros la cantidad que Rolls quiere obtener por la venta de su filial vasca.
Intentos fallidos
En este contexto, una hipotética participación por parte del Gobierno vasco en el accionariado sería una opción a considerar, aunque no parece que satisfaga los deseos del gabinete de Pedro Sánchez. El Gobierno central teme los vaivenes que provocan cada cinco o seis años los fondos de inversión, cuyo principal objetivo al entrar en una empresa es elevar su valor de venta para salir de ella en el plazo más breve posible y obtener una plusvalía. Industria, incluso, ha querido propiciar un proceso de concentración sectorial, animando a participar en la compra de ITP a empresas como Aernnova o Aciturri, aunque se ha encontrado con un problema serio. El sector está en medio de una profunda crisis y las empresas no cuentan con oxígeno suficiente ni potencia financiera para asumir una compra de semejante tamaño.
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