«Tenemos que repensar la transición energética y qué vamos a hacer con la nuclear»

- ¿Nos espera la recesión en el inicio del curso?

- Tan arriesgado es asegurar que va a haber recesión como negar la posibilidad de que exista, hay que ser humilde en los pronósticos. Pero lo que se está produciendo con toda claridad es un debilitamiento de las condiciones económicas. El empleo en julio fue malo, la confianza de los consumidores y de los empresarios está cayendo. Esta semana se ha publicado el avance del PMI de agosto y está por debajo de 50 por segundo mes consecutivo. El Bundesbank ha dicho que Alemania es probable que en el tercer trimestre entre en recesión.

- Entonces...

- ¿Qué?, ¿si va a haber recesión? La probabilidad de que ese escenario se produzca en el tercer y cuarto trimestre es muy alta.

- ¿La inflación es solo causa de la guerra?

- La inflación alta no es casualidad. El mundo estaba esperando que se produjera este repunte porque la subida de precios se da siempre cuando hay tipos de interés bajos y hemos estado mucho tiempo así sin que se diera.

- Vamos, que nos queda para rato

- Es que es una de las cosas que no sabemos. Hay economistas, como el Premio Nobel, Michael Spence, que señala que Asia ya ha llegado a su capacidad productiva y que ahora estamos asistiendo a una etapa de ajuste, un proceso que va a llevar un par de décadas en las que podemos esperar una inflación alta.

- Las empresas temen tener que parar por un corte en el suministro de gas de Rusia y su impacto en el coste de la luz

- Para la industria es uno de los factores principales de competitividad. Que falte gas es algo que a la industria alemana la pulveriza. Y una caída en ese país nos afecta directamente en la línea de flotación.

- ¿Y son suficientes las ayudas activadas?

- Lo que interesa es que se mantenga la actividad, si las empresas paran, eso acaba en las personas. Ya lo vimos durante la pandemia, así que sobre el escenario de ayudas y apoyos creo que hay que ir a más, habilitar ayudas extraordinarias porque las últimas noticias no hacen pensar que la guerra de Ucrania acabe pronto y lo hemos conectado también a la crisis entre China y EE UU en Taiwán. Eso también este otoño, sin duda, va a tener un impacto.

- Esta crisis energética ¿está cuestionando los plazos que nos hemos marcado para la transición ecológica? ¿Debemos replantearlos?

- Es imprescindible. Tenemos que repensar muchas cosas de la transición energética. Qué vamos a hacer con la nuclear, con los combustibles fósiles. Alemania está ya quemando carbón.

- Para muchos, esos planteamientos son anatema.

- El cambio climático es irreversible. Hay que actuar con decisión para sustituir las fuentes de energía. Eso tiene poca contestación. Otra cosa es que se haga en 40 o en 50 años, o con qué intensidad en los próximos cinco. Ahí hay lugar para la gestión. Además, hay que tener en cuenta que Europa está liderando este cambio, y hacemos bien, pero la gran masa de la población mundial no está todavía en esa línea. Y entretanto hay mucho margen para hacer cosas y muchas alternativas energéticas.

- ¿Hasta dónde podemos seguir manteniendo el gasto público? ¿Es prudente seguir con Presupuestos récord en el gasto?

- Hay que aplicar medidas contracíclicas. Y si hemos tenido una buena recaudación, creo que se dan las condiciones para que haya Presupuestos que apoyen la economía, siempre que no se abuse del endeudamiento. El Banco Central Europeo ya ha advertido que la subida de tipos de interés que ha comenzado para frenar los precios puede generar una crisis de deuda.

- Las diputaciones forales acaban de aprobar una deflactación del 4% en el IRPF que aliviará ligeramente el pago de impuestos. ¿Es la vía?

- La deflactación ha sido una medida acertada. Si estoy recaudando más de lo que había previsto por la inflación, es normal que deflacte. Al sentido común de los ciudadanos nos parece más justo.

- ¿Estamos cometiendo un error retrasando una reforma fiscal que podría ayudar ahora?

- Es algo delicado y tampoco se puede cambiar cada dos por tres. La empresa, lo que más valora es la estabilidad. Creo que haya estabilidad en los impuestos no es malo. La política fiscal es algo a largo plazo, es un error variarla en momentos coyunturales. Se pueden adoptar medidas puntuales, pero no tocar el marco. No soy partidario de hacer una revisión fiscal urgente. Creo que las instituciones vascas están haciendo un uso razonable de esta palanca.

- Las pensiones son uno de los debates pendientes para este curso y en Euskadi no llegamos a dos trabajadores por pensionista

- Este va a ser uno de los grandes quebraderos de cabeza en las dos próximas décadas. Nuestra fuerza laboral va a reducirse con la jubilación del 'baby boom'. No estamos entrando en ello, estamos con tiritas.

- ¿Habría que subirlas con el IPC?

- Ese es un problema. Porque el IPC agrava la diferencia entre los cotizantes y los pensionistas. Los salarios no llegan para pagar las pensiones y esto hay que arreglarlo porque impacta directamente en la deuda pública. Sino lo hacemos nosotros, vendrán los hombres de negro de Europa.