La recaudación vasca crecerá un 3,2% en 2026, el menor incremento en una década
La ralentización de la economía, la reducción de la inflación y la estabilización de empleo limitan el margen de crecimiento fiscal
El Gobierno vasco dispondrá en 2026 de más medios que nunca para diseñar un Presupuesto récord –por encima de los 16.000 millones– con el ... que hacer frente a los «nubarrones negros» que se ciernen sobre la economía. Sin embargo, el margen adicional procederá en gran medida de un mayor recurso al endeudamiento, ya que el crecimiento de la recaudación de las haciendas forales será más limitado y marcará el aumento más bajo de la última década: un 3,2%.
Esta es, al menos, la cifra que el Ejecutivo autonómico comunicó el pasado julio a la AIReF. Aunque podría experimentar algún ligero ajuste por los últimos vaivenes económicos –el Gobierno elevó al 1,9% la previsión de crecimiento el martes–, lo cierto es que refleja una clara desaceleración respecto a los años anteriores. La estimación definitiva, en cualquier caso, se dará a conocer el próximo 13 de octubre en el Consejo Vasco de Finanzas.
El Ejecutivo autonómico estima, por lo tanto, que la recaudación que recibe de las arcas de las haciendas forales –una cifra equivalente a cerca del 70% de los ingresos que gestionan estas instituciones– pasará de los 13.200 millones previstos al cierre de este ejercicio a 13.622 millones. Se trataría del incremento más moderado de la última década –con la excepción del desplome durante la pandemia– y que contrasta con los ejercicios anteriores: la propia ley presupuestaria apuntaba ya a un avance del 4% en 2025, frente al 6,6% que calculaba para 2024 y al 8,2% estimado para 2023.
En la información enviada por Lakua a la autoridad fiscal independiente –y remitida este mismo miércoles al Parlamento vasco a solicitud del parlamentario popular Álvaro Gotxi– la consejería de Hacienda y Finanzas explica que «viendo la buena marcha de la recaudación tributaria, se espera un escenario continuista». El tono optimista, en cualquier caso, se matiza con un realismo que evidencia que el ciclo de recuperación extraordinaria tras la pandemia ha quedado atrás y que la economía vasca entra en una etapa de crecimientos más modestos y dependientes de la ralentización europea.
Menos dinamismo
La previsión de crecimiento, que Lakua rebaja del 2,2% estimado para este ejercicio al 1,9% en 2026, explica la moderación de los ingresos fiscales. Un menor avance del PIB –en un contexto marcado por la desaceleración europea y los aranceles de Trump– se traduce en menos dinamismo del consumo y de la inversión empresarial, lo que repercute en una recaudación más contenida tanto del IVA como del Impuesto de Sociedades. En cualquier caso, pese a este enfriamiento, las arcas forales continuarán marcando cifras récord.
La previsión es que la inflación siga moderándose durante el próximo ejercicio, lo que elimina el efecto que en años anteriores infló artificialmente la recaudación. Algo parecido ocurre con el mercado laboral, que todo apunta a que se estabilizará en torno al millón de cotizantes, de modo que tampoco se esperan grandes incrementos en los ingresos por IRPF.
El efecto de la reforma fiscal, aprobada en las Juntas Generales de los tres territorios por PNV, PSE-EE y con el voto 'in extremis' de Elkarrekin, también aminorará la recaudación. La medida, que exime de presentar el IRPF a las rentas inferiores a 20.000 euros, aliviará a decenas de miles de contribuyentes con perfiles más modestos, pero restará ingresos a las arcas forales.
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