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Manu Alvarez
Bilbao
Miércoles, 5 de febrero 2025, 11:39
«La posición nítida del Gobierno central y la nuestra en torno a la operación de Talgo nos deja tranquilos», ha asegurado el vicelehendakari del Gobierno vasco, Mikel Torres, en una comparecencia en el Fórum Europa, que ha tenido lugar en Bilbao este miércoles. Torres ... ha defendido las ventajas de que la compañía ferroviaria sea adquirida por el empresario vasco José Antonio Jainaga, ha reiterado la voluntad del Gobierno vasco de participar en el accionariado futuro de la empresa y se ha mostrado convencido, sin fisuras, de que las negociaciones serán favorables a esta opción.
Torres ha desgranado las ventajas que tiene adquirir una participación de control sobre esa empresa «porque supone una apuesta firme por una compañía que tiene un valor estratégico. Por eso es fundamental que siga en manos locales», ha apuntado. Como ya es conocido, el propietario de Sidenor ha trasladado a las instituciones vascas que en el caso de comprar las acciones de Talgo que en la actualidad están en manos de varios socios que desean vender -el principal es el fondo de inversión británico Trilantic-, trasladaría la sede social de la empresa a Euskadi, reforzaría la actividad industrial de la firma en la comunidad autónoma y protegería la relación que ya existe entre un buen número de proveedores vascos.
La posición expresada por Torres permite apreciar que hay una actuación decidida por parte del Gobierno central de dificultar que pueda hacerse con el control de Talgo cualquier compañía extranjera del sector que pueda deslocalizar en el futuro sus centros de decisión y también la actividad industrial. Esto es, evitar que se reproduzca lo que ha sucedido en los últimos años con Gamesa tras la adquisición por parte de Siemens. «Estamos muy tranquilos en este tema», ha reiterado Torres, si bien ha indicado que «en estos momentos se desarrolla una negociación que tiene que ser privada». Así las cosas, todo apunta a que la postura del Gobierno español haría inviable a una oferta por Talgo de la polaca Pesa o la india Jupiter, que habían mostrado su interés por competir en este proceso.
Torres también ha lanzado un mensaje nítido y contundente sobre un sector industrial demonizado, como es el de la defensa y el armamento, que tiene una presencia destacada en la estructura empresarial del País Vasco. «No podemos mirar para otro lado. Al margen de cuestiones ideológicas hay que admitir que este sector va a tener un desarrollo muy potente en el futuro», ha apuntado el vicelehendakari. Torres ha recordado que ya existe una fuerte actividad industrial en Euskadi ligada a actividades de defensa -ITP, Sapa, Aernnova o Sener, son algunas de las principales compañías vinculadas al mismo- «y no tenemos que tenerle miedo. Tenemos una industria potente en un sector con futuro», ha reiterado.
En el ámbito laboral -además de vicelehendakari es consejero de Trabajo y Empleo- también ha dejado claro que el Ejecutivo vasco va a mantener una posición de «colaboración y ayuda» en torno a la fijación de un salario mínimo que pueda tener ámbito de eficacia en Euskadi. Así, se ha felicitado por «el hecho de que los cuatro sindicatos vascos vayan a reunirse con la patronal por primera vez en muchos años», para abordar este asunto. «Nosotros ayudamos, vamos a poner a disposición de los agentes sociales un estudio que valore la estructura económica de Euskadi, pero el acuerdo debe ser alcanzado entre sindicatos y empresarios», ha insistido. El modelo por el que apuesta el gabinete de Pradales -no tiene instrumentos legales para intervenir en una competencia que es del Gobierno central- es que patronal y sindicatos pacten que todos los convenios de la comunidad autónoma recojan ese salario mínimo tácito fruto del acuerdo.
Junto a ello el vicelehendakari ha alabado la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de rebajar la jornada laboral máxima de 37 a 40 horas semanales, en un anteproyecto de ley que ha aprobado esta semana y que además de ser ratificado por el Consejo de Ministros debe superar aún la tramitación parlamentaria. «Creo que es bueno que se modifique una jornada laboral que se fijó hace algo más de cuarenta años. Además lo importante no es solo la duración de la jornada sino también la organización de ese tiempo para poder mantener e incluso mejorar la productividad», ha apuntado.
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