Petronor inicia la construcción de la planta de combustibles sintéticos en el Puerto de Bilbao
La instalación tiene carácter experimental mientras sigue en el aire la futura inversión para hacer una producción a gran escala
Petronor ha iniciado esta semana los trabajos sobre el terreno para construir su primera planta de producción de combustibles sintéticos que ocupará una parcela en ... el Puerto de Bilbao. Aunque la primera piedra del nuevo complejo industrial que Petronor creará en ese terreno se colocó en junio de 2022 -en un acto presidido por el exlehendakari Urkullu-, el inicio de la construcción se ha dilatado en el tiempo por razones técnicas. El hecho de que sea una tecnología novedosa, aún en fase de experimentación, lo complica todo. El desarrollo se ha hecho prácticamente desde cero ya que no hay muchas referencias que 'copiar' en el mundo.
Esta planta también tiene carácter experimental -'demo', como la han bautizado en la compañía-, precisamente porque necesita desarrollar la tecnología hasta demostrar que es eficaz y competitiva. La instalación no estará lista hasta finales de 2025 o principios de 2026. Con una inversión de 160 millones de euros, tendrá capacidad para producir combustibles sintéticos, mezcla de CO2 procedente de emisiones de la refinería e hidrógeno. Este gas será producido en una planta anexa gracias a un electrolizador de tamaño mediano de 10 megavatios. Las previsiones apuntan a que la planta será capaz de producir una cantidad moderada de combustible: 2.000 toneladas anuales. El equivalente a las necesidades diarias de 200 vehículos. Hasta ahora, la producción de combustible sintético en el grupo Repsol se ha limitado a pruebas de laboratorio a muy pequeña escala.
Además de la empresa vasca son socios el Gobierno vasco, Repsol Enagás y Aramco
Petronor arrancó este proyecto en compañía de otros socios que están interesados en analizar las posibilidades de desarrollar la tecnología y la producción a gran escala. Además de la refinería de Muskiz y su matriz Repsol, figuran en el accionariado de la sociedad que se ha creado para gestionar la inversión el Gobierno vasco -a través del Ente Vasco de la Energía-; Enagás y la compañía petrolera saudí Aramco. Todos están interesados en buscar alternativas al petróleo que puedan encajar en la transición energética gracias a su neutralidad en las emisiones de carbono. El que se consume en el momento de la combustión en los vehículos es equivalente al que se ha absorbido en la fase de producción.
El futuro, en duda
Mientras tanto sigue en el aire la segunda fase de esta iniciativa, que por lógica y en el mejor de los casos no comenzaría a materializarse hasta 2027: la construcción de una planta de producción a gran escala que conllevaría también la obtención de hidrógeno en un electrolizador de gran capacidad, 100 megavatios. Los máximos responsables de Petronor y de Repsol ya han anticipado que en el caso de demostrarse la rentabilidad de la tecnología, la inversión definitiva solo se materializaría si existe seguridad en torno a la política fiscal. En concreto, la advertencia está dirigida al establecimiento en 2022 de un impuesto sobre la facturación de las compañías energéticas por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, que inicialmente era temporal pero que el Ejecutivo quiere convertir en un gravamen permanente.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.