Kutxabank y Laboral Kutxa deben devolver este mes 5.830 millones al BCE
Hace tres años los tipos de interés estaban a cero y era necesario insuflar dinero al sistema económico para salir adelante en plena pandemia. Fue ... cuando el Banco Central Europeo (BCE) recurrió a prestar grandes cantidades a los bancos a interés negativo, es decir, pagaba a quien cogiera el dinero (hasta un 1%). Fue la tercera edición de los denominados TLTRO, un mecanismo para mantener el flujo de dinero y evitar un colapso económico, y que sirvió para dar financiación a muchos créditos ICO que permitieron a las empresas hacer frente a inversiones y pagos.
A finales de este mes vence el plazo para su devolución. Dos de las principales entidades financieras que operan de manera casi exclusiva en el País Vasco, Kutxabank y Laboral Kutxa, tendrán que abonar a la institución con sede en Fráncfort un total de 5.830 millones de euros: 5.011 el grupo surgido de las antiguas cajas de ahorro de Euskadi y 820 la cooperativa de crédito. La entidad que mayor pago deberá desembolsar es el BBVA, que dado su volumen y presencia en mercados devolverá 21.000 millones de euros.
El organismo presidido por Christine Lagarde empezó a reclamar desde el pasado otoño el reintegro de estas cantidades, solicitando a los bancos que, en la medida de lo posible, adelantaran incluso los plazos de devolución. Y es que durante estos meses han convivido políticas monetarias contradictorias del BCE. Por un lado, una subida de tipos de interés iniciada en julio del pasado año para enfriar la economía y endurecer el crédito y lograr así parar la subida de los precios; y por otro, el flujo durante casi doce meses de miles de millones de dinero barato inyectados al sistema que han facilitado la financiación y estimulado el gasto.
Las entidades financieras vascas ya tienen previsto este pago al regulador europeo por un total de casi 27.000 millones de euros. Un desembolso que no afectará a sus niveles de liquidez que siguen siendo muy holgados. Así el BBVA presenta un LCR, el índice que mide la liquidez a corto plazo, del 159%, muy por encima del 100% exigido por el BCE.
Cambio en la liquidez
En el caso de Kutxabank, este valor está en 233%, aunque la entidad prevé que se reduzca a cierre de año al 160% -sigue siendo un valor muy sólido- por, entre otras cosas, el impacto de este pago. Y Laboral Kutxa, antes de la devolución, tiene su LCR en 377%. Muchos analistas creen que esta ligera pérdida de liquidez puede hacer que bancos más expuestos activen, ahora sí, la remuneración de las cuentas corrientes de sus clientes buscando liquidez.
Un movimiento que forzaría a todas las entidades a generalizar estas medidas para no perder cuota de mercado. Hasta ahora, la vuelta de los ingresos por el margen de intereses ha elevado los beneficios de los bancos con aumentos medios en sus ganancias del 50%. Lo que junto a la liquidez del sistema hace que los bancos no requieran captar más dinero.
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