Incertidumbre en la plantilla pese a la promesa del Ejecutivo de que está dispuesto a poner dinero público
Los más de 1.200 trabajadores de Talgo siguen los acontecimientos con la incertidumbre de no conocer el desenlace para su empresa. Se reparten en ... las dos fábricas de la compañía, la más grande está en Álava, en la localidad de Rivabellosa, con 700 puestos de trabajo. Y la otra en Madrid, en Las Matas, con medio millar de empleados. Los representantes de los trabajadores recuerdan ahora que han escuchado en estos meses a todas las partes, incluido el consejero delegado de Magyar Vagon, Andras Tombor. En esa reunión, además, la propia empresa les trasladó la importancia para Talgo de que la opa pudiera salir adelante para desatascar su cartera de pedidos. Con 4.000 millones de euros en encargos genera una importante presión a la capacidad de producción que compromete los plazos de entrega. Una cuestión crítica que los trabajadores conocen y que, tras el veto del Ejecutivo por cuestiones de seguridad nacional, suscita en ellos una sensación de intranquilidad, según confiesan.
Los representantes de los sindicatos presentes en la compañía (CSIF, UGT y CC OO) han pedido a la dirección una reunión para conocer con detalle la situación actual. De momento no hay fecha porque tanto el comité de empresa como la estructura directiva de Recursos Humanos están en su mayoría de vacaciones. Así que estos días los contactos se han centrado en llamadas telefónicas y grupos de 'whatsapp'. La próxima semana, y en la medida en que se sustancien los acontecimientos, se cerrará la agenda para esa reunión.
Los representantes de los trabajadores recuerdan también las reuniones mantenidas antes del verano tanto con el Gobierno central como con el vasco, y que el Ejecutivo español les trasladó su determinación para apoyar a Talgo. Señaló que se estaba trabajando en diferentes alternativas a la opa húngara con otras compañías y además aseguró a los representantes de los trabajadores su intención de apoyar a Talgo con la Sepi y con dinero público si fuera necesario.
Por su parte, el Gobierno vasco ha reconocido seguir con preocupación los acontecimientos y señaló su disposición a apoyar a cualquier iniciativa que presente un proyecto sólido para la compañía, para su desarrollo industrial y sus puestos de trabajo.
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