Las haciendas vascas ingresaron 1.258 millones más en impuestos hasta octubre
Las arcas públicas siguen beneficiándose de la inflación y el consumo
La recaudación de impuestos en el País Vasco sigue bastante por encima de las previsiones oficiales. Al cierre de octubre las haciendas de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava habían ingresado un total de 14.127 millones de euros en impuestos, lo que supone un incremento del 9,71% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior. En términos absolutos, esa escalada de los ingresos fiscales ha puesto en manos de la administración pública vasca 1.258 millones de euros más que en los diez primeros meses de 2021.
Esas son las cifras reales, pero en términos comparativos más ajustados hay que aclarar que la escalada es aún más sensible. Y ello es debido a que en 2021 se produjo un ingreso extraordinario de 430 millones de euros en Bizkaia, como consecuencia de la resolución de una disputa entre las haciendas central y vasca, a propósito del IVA generado por una comercializadora de productos petrolíferos ubicada en el Puerto de Bilbao. Eliminado del esquema ese ingreso, el aumento comparable de la recaudación de impuestos en Euskadi escala hasta el 14%.
En cualquier caso estas cifras se mueven todavía muy por encima de las previsiones realizadas por el Ejecutivo vasco, incluso más allá de las que se dieron a conocer a mediados del pasado mes de octubre. Según esas previsiones, elaboradas por el Consejo Vasco de Finanzas -en el que se reúnen Gobierno, diputaciones y una representación de los ayuntamientos- el crecimiento esperado de los ingresos fiscales para este año debería situarse en el 7,2%.
El Gobierno vasco no ha proporcionado aún los datos integrados sobre el comportamiento de la recaudación en cada uno de los impuestos, pero hay una marcada continuidad en las tendencias que se observan desde principios de año. Así, hay una mejoría sustancial de los impuestos indirectos, los que gravan el consumo y especialmente de aquellos que están relacionados con el precio de los productos. La inflación, pero también el buen tono que mantiene el consumo de las familias, ha hecho que los ingresos por IVA se mantengan pujantes, con un incrementos por encima del 7%. Y ello pese al recorte que han experimentado los ingresos de este impuesto en la comercialización de electricidad y gas, que ha pasado de aplicar el 21% al 5%. Los ingresos ligados al IRPF también mantienen tasas de crecimiento por encima del 7%, debido al buen comportamiento del empleo y también al aumento de las retenciones que se deriva de los incrementos salariales. Por último, el Impuesto de Sociedades, que grava el beneficio de las empresas, ha mejorado de forma más acusada, con crecimientos por encima del 20%.