El Gobierno vasco logra reducir a 65,2 millones el coste de su entrada en ITP

Tal y como ha confirmado EL CORREO de fuentes conocedoras del proceso, el importe definitivo para la compra de ese 6% ha sido de 65,2 millones de euros. La cantidad, como reconocen agentes que participaron en la operación, «nos llegó a sorprender por su reducido importe». Y es que la adquisición del total de la compañía por el fondo norteamericano Bain Capital fue de 1.700 millones de euros. 1.600 millones que cobró Rolls Royce por ITP Aero, más otros 100 millones de la tesorería de la aeronáutica. De ahí que la operación de compra de un 6% rondara los 95 millones.

El Gobierno vasco no ha querido valorar la cifra y se ciñe a recordar que se trata de una operación para «asegurar y apoyar el proyecto industrial y empresarial de la compañía aeronáutica situada en Zamudio». Sin embargo, agentes que han diseñado la operación confirman a este medio que se han empleado técnicas como pignoración de acciones y diseño mercantil para lograr que la entrada del Gabinete Urkullu representando un 6% de los títulos tenga ese precio. Y es que «el valor de la acción no se ha modificado», explican, además de reconocer que el entendimiento con el departamento del consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha hecho fácil avanzar un acuerdo con una estructura jurídica compleja.

El caso es que podría decirse que el Ejecutivo vasco ha hecho un buen negocio gracias también a los condicionantes que el Gobierno central impuso para autorizar a Bain Capital a comprar ITP Aero.

El Consejo de Ministros aprobó la compra el pasado 2 de agosto con una serie de requisitos entre los que estaba dejar un hueco en el accionariado al Gobierno vasco, así como un compromiso de mantener la sede de ITP Aero y su plantilla de trabajadores. Unas líneas que se han trasladado al acuerdo que se hizo público el 27 de octubre y por el que el Gobierno vasco entra en la compañía.

Lakua siempre barajó la inversión necesaria en ITP Aero en unos 65 millones de euros. Fue la cifra que manejó públicamente la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, quien inició los contactos con Bain Capital para trasladar el remate de la compra al departamento de Economía y Hacienda. Y es que la adquisición ha sido a través del fondo Finkatuz, diseñado por el Gobierno vasco para tomar participación en empresas estratégicas vascas, con más de 100 millones de euros de facturación, para asegurar así su arraigo en Euskadi.

Bain Capital ha de completar antes de verano, en cumplimiento de las condiciones puestas por el Gobierno central, los socios a los que venderá un 27,5% del accionariado de ITP. Se trata de empresas que deben ser nacionales y de carácter industrial. La compañía guipuzcoana de Defensa de la familia Aperribay, SAPA Placencia, que ya ha comprometido participar con en torno a un 5%, se suma como socio al Ejecutivo vasco a la espera de la entrada de Indra. Esta, aunque hasta ahora había rechazado la operación, tras el cambio de su consejo de administración es la apuesta del Gabinete de Pedro Sánchez para entrar con alrededor de un 15% y tomar la posición de control.

Además, en la parte financiera, JB Capital, con un 10%, da cobertura a la entrada de otra familia vasca de importante capacidad inversora, los Urrutia, a través de Asua Inversiones.