La buena marcha de la recaudación fiscal en Bizkaia salva el pinchazo en Gipuzkoa y Álava

Por el momento, esa fotografía global encaja a la perfección en los presupuestos e incluso se puede decir que los mejora de una forma holgada. Cuando el pasado mes de octubre las diputaciones y el Gobierno vasco se reunieron para establecer las previsiones, fijaron el objetivo de ingresos fiscales para este año en 15.265 millones de euros. Una cifra que puede suponer batir un nuevo récord histórico de recaudación de impuestos en Euskadi y, también, superar por primera vez en la historia la barrera de los 15.000 millones anuales. La estimación para este año supone incrementar en 284 millones los ingresos contabilizados por la diputaciones forales en 2018, lo que se traduce en un incremento relativo del 1,9% en el conjunto del ejercicio.

A finales de junio, la recaudación agregada de los tres territorios se ha situado en 5.880 millones de euros, lo que supone un aumento del 2,64% en relación al mismo periodo del año anterior. La cifra, por tanto, se coloca 0,76 puntos por encima de ese 1,9% previsto de aumento para todo el año, lo que permite tener una visión optimista, más allá de lo que tan solo parecen problemas puntuales o desajustes coyunturales en Gipuzkoa y Álava.

Algunos datos, sin embargo, guardan una lógica uniformidad en Bizkaia, Álava y Gipuzkoa. En los dos primeros territorios, las retenciones ligadas a los rendimientos por trabajo -el descuento que cada mes se hace en la nómina de los empleados por cuenta ajena- han crecido un 4,9%, mientras que Gipuzkoa mantiene un nivel similar, con el 4,8%. Este fuerte aumento de las retenciones es un efecto combinado de dos factores: el incremento del número de trabajadores en activo y también el crecimiento, aunque moderado, de los salarios.

El conjunto de ingresos por IRPF, sin embargo, revela tasas negativas aunque hay varios factores que explican esta situación. De un lado, el hecho de que una parte importante de los ingresos en la liquidación de este impuesto se anotan en la estadística de julio y no en junio, así como el adelanto que se ha producido en las devoluciones. Por otra parte, también ha jugado como un factor negativo la devolución de las cantidades ligadas a las bajas de maternidad y paternidad.

El IVA que gestionan de forma directa las haciendas forales ha tenido sin embargo un comportamiento más bien discreto. En el caso de Gipuzkoa este impuesto ha experimentado un retroceso de ingresos del 1,1%, mientras que en Bizkaia el aumento es del 1% y en Álava se ha contabilizado un alza del 3,3%.

Fuentes de la Diputación de Álava han restado importancia al pequeño revés en los ingresos del primer semestre, para recordar que «hay una parte de los ingresos de la liquidación del IRPF que no están incorporados todavía en junio». Además, insistieron en que los datos de retenciones del trabajo y también del IVA han mostrado un buen comportamiento en este territorio. Por último, indicaron que en 2018 se contabilizó un ingreso extraordinario por rendimientos de capital mobiliario -ligados a una empresa alavesa-, que distorsiona la comparación entre los dos ejercicios.