Euskadi aportará unos 187 millones al año, pero la RGI saldrá más barata
La cuantía exacta de lo que las arcas públicas vascas podrán ahorrarse en la RGI gracias al ingreso mínimo vital (IMV) del Estado será ... el producto de una cuenta compleja, algunas de cuyas variables aún no se conocen. En ello va a tener una incidencia especial la negociación de detalles que deberá culminar en una Comisión Mixta de Transferencias prevista para octubre, en la que se fijarán los flujos financieros que sufrirá el Cupo.
De un lado, Euskadi podrá ahorrarse una parte de la RGI que ahora entrega a 33.000 de sus actuales beneficiarios porque estarán cubiertos por el IMV. El gasto en ellos será el que corresponda para complementar las percepciones hasta alcanzar la ayuda que ya tenían. Hasta que se produzca el traspaso efectivo de la competencia, no habrá más ahorros y tampoco gastos.
Cuando se firme, sin embargo, nacerán movimientos en ambos sentidos. Habrá un ahorro en el Cupo equivalente al coste de la gestión del ingreso mínimo -tanto de personal como de uso de oficinas-, como sucede con cualquier otra transferencia. En ese momento, además, todo apunta a que se incorporara una modificación a la actual Ley de Cupo, para incluir la financiación vasca a esta medida del Estado.
El País Vasco debe contribuir con el 6,24% del dinero que le suponga al Estado el nuevo ingreso mínimo, lo que dependerá del número de perceptores y por lo tanto de las variaciones en la coyuntura económica y el desempleo. El Gobierno estima el coste anual de esta medida en unos 3.000 millones de euros, de los que Euskadi debería sufragar a través del Cupo unos 187 millones.
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