«Hay riesgo de que no utilicemos los fondos Next Gen de forma inteligente»
Tecnalia pone en marcha un plan estratégico para impulsar las áreas clave de la tecnología del futuro e incrementar tanto sus ingresos como el empleo que crea
Zigor Aldama
Jueves, 30 de septiembre 2021, 15:11
Varias tecnologías van a cambiar el mundo en los próximos años: el hidrógeno en el sector energético, la movilidad autónoma en la automoción, la computación ... cuántica en sectores industriales clave, y la inteligencia artificial en casi todos los aspectos de nuestras vidas. A todo esto se suma la imperiosa necesidad de impulsar la economía circular para reducir el consumo de materias primas y avanzar en la creación de un modelo sostenible. La clave, en opinión del director general de Tecnalia, Jesús Valero, está en lograr «un crecimiento ordenado, respetuoso con el medio ambiente, y que logre un equilibrio social en el reparto de la riqueza». Por eso, el plan estratégico que el centro tecnológico vasco ha presentado hoy para los próximos tres años busca trascender su tradicional apoyo al tejido industrial para promover la «prosperidad» en la acepción más general de la palabra.
El objetivo es facilitar que Euskadi continúe siendo la región más innovadora de España. «Somos la única que está en el grupo B en el índice de innovación Europa. Es el resultado de una apuesta sostenida, en las últimas décadas, por potenciar la innovación como una manera de ayudar a la industria a mantener la riqueza de este país. Pero la autocomplacencia es muy mala, no me gusta que Euskadi esté en el grupo B, y creo que tenemos que trabajar para que salte al grupo A. Tecnalia es una herramienta importante para lograrlo», ha explicado Valero.
En términos cuantitativos, Tecnalia se ha puesto como reto para 2024 alcanzar los 140 millones de facturación (26 más que el año pasado), proporcionar empleo a 1.525 personas (80 más que en la actualidad), y crear cinco startups nuevas cada año. Para la consecución de estos objetivos, Valero ha resaltado tres elementos esenciales de la estrategia: «Un plan para pymes y micropymes, porque uno de los problemas en nuestro entorno es que un 50% no son innovadoras; un fondo de financiación -cuya cuantía no ha desvelado- para la propiedad intelectual, que proporcione los recursos necesarios para que los proyectos de Tecnalia se consoliden como 'startups'; y un modelo de alianzas para trabajar en pocas cosas pero con los mejores del mundo». La idea es canalizar todos estos esfuerzos hacia «seis grandes ámbitos de oportunidad que están cambiando el mundo»: la fabricación inteligente, la transición energética, la movilidad sostenible, el ecosistema urbano, la salud personalizada y la digitalización.
Los primeros resultados ya se han materializado. Valero ha destacado tres: «El aerotaxi, que cambia las reglas de juego en el ámbito de la movilidad sostenible y que puede tener un impacto global, permitiendo la movilidad aérea individual en el ámbito urbano; HarshLab un laboratorio flotante para materiales y equipamiento en el mar, una infraestructura única en Europa para que las empresas vascas puedan testar sus productos en condiciones reales; y la digitalización de los laboratorios farmacéuticos en Álava, que lleva la industria 4.0 a este sector».
No obstante, preguntado por la viabilidad del aerotaxi, en el que se invertirán decenas de millones de euros (este año dos, y el próximo tres o cuatro), el directivo ha reconocido que no todos los proyectos desembocan en productos comerciales. «La innovación siempre tiene riesgo. Cuando creas algo nuevo, no siempre es evidente que algún día vaya a llegar a la realidad». En este caso concreto, el principal escollo no reside tanto en la tecnología como en la normativa para estos vehículos voladores. «En Europa no somos los mejores en la adaptación de la regulación al cambio tecnológico, por lo que creo que, en pocos años, veremos volar primero taxis fuera de Europa, aunque tenemos una tecnología tan o más avanzada», ha vaticinado Valero.
El plan estratégico de Tecnalia coincide en el tiempo con la llegada de los fondos europeos Next Generation, llamados a propiciar una revolución tecnológica que lleve a Europa a la 'champions league' en la que ahora solo juegan Estados Unidos y China. Valero está convencido de que pueden convertirse en ese necesario catalizador, y ha subrayado que el centro ha participado en más de cien propuestas de PERTES muy diferentes. Pero también ha lanzado una seria advertencia: «Hay riesgo de que no utilicemos los fondos Next Generation de forma inteligente. Debemos usarlos para crear un tejido industrial innovador. Por poner un ejemplo, no se trata de instalar paneles solares en los tejados de todas las casas del País Vasco si esos paneles son chinos. Me parece bien que el objetivo final sea reducir nuestra huella de carbono, pero me gustaría que lo hiciésemos con paneles solares con tecnología propia y que sean otros países los que instalen los paneles que nosotros hemos desarrollado. Solo si Europa es capaz de hacer eso los fondos Next Generation estarán bien utilizados».
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