El grupo vasco Arteche estudia su salida a Bolsa

La empresa tiene su sede en la localidad vizcaína de Mungia y fue fundada en 1948 por Aurelio Arteche. Forma parte de un amplio abanico de empresas del País Vasco que creció y evolucionó en el sector eléctrico gracias al efecto tractor de Iberdrola -entonces Iberduero-, para acometer posteriormente una expansión internacional y diversificar también su cartera de clientes. En la actualidad la firma tiene 11 fábricas en cuatro continentes: 4 en España, 3 en México, y cuatro en Brasil, Argentina, China y Australia, respectivamente.

La familia del fundador tiene el control accionarial de la empresa, en la que también participan el Gobierno vasco a través de uno de los fondos. También son accionistas de la compañía el empresario Dámaso Quintana y el exdirectivo de BBVA José María Abril.

La empresa cuenta con una plantilla en el entorno de los 2.000 empleados y su facturación anual se sitúa ligeramente por encima de los 270 millones, con un resultado neto exiguo. La salida a Bolsa es una de las alternativas habituales que buscan las empresas familiares para solucionar los problemas que suelen generarse con el trasvase generacional -se incrementa el número de socios pero al mismo tiempo también crecen los intereses contrapuestos entre los propietarios-, al tiempo que en este caso la reflexión de la compañía se produce en un momento clave. Todo apunta a que el sector eléctrico, de la mano de la transición energética pero también de la electrificación de la movilidad, va a tener una gran demanda en los próximos años. La ampliación, renovación y sofisticación de las redes de distribución -el terreno en el que Arteche ha demostrado mayor fortaleza-, se van a ver afectadas por ese aumento del uso de la electricidad y la compañía cree que su salida a Bolsa también puede contribuir a reforzar la capitalización necesaria para responder a ese reto.