La economía vasca se acerca al nivel precovid acechada por el alza de los precios
Un elemento diferencial de esta salida de la crisis es que la recuperación de la actividad y el empleo van paralelas
La vuelta de las vacaciones llega en un clima de moderado optimismo, la reactivación económica que se hizo esperar hasta el segundo trimestre una vez ... que ha llegado parece que lo está haciendo con más ímpetu del previsto. Desde esta perspectiva el Ejecutivo vasco está analizando si revisa al alza sus previsiones económicas, que hasta el momento colocan el crecimiento de este año en un 6,7% y el del próximo en un 5,7%.
En materia de empleo, a pesar de que agosto ha supuesto un traspiés en Euskadi -hay 3.058 parados más que en julio y 11.810 cotizantes menos, frente al récord de reducción de paro en España- esos datos deben contextualizarse en una comunidad que no responde al modelo turístico y en la que a nivel global se ha recuperado ya el 83% del empleo perdido por la pandemia. Ahora tenemos 122.260 parados registrados, 'sólo' 5.000 más que antes de la crisis.
Una visión más global la proporciona la evolución de la tasa de paro vasca, que en 2019 bajó hasta el 9,8%, en 2020 el Covid la elevó hasta el 11% y ahora está en el 10,3%. La previsión del Ejecutivo es que mengüe hasta el 9,6% en 2022, fecha para que la también está previsto un PIB prepandemia.
Otras magnitudes económicas que hacen que el lehendakari Iñigo Urkullu dijera esta semana que «en términos económicos Euskadi se acerca a la normalidad», son la fuerte recuperación del PIB (18,5% interanual), sustentada en una industria que remonta un 14% y unas exportaciones que crecen un 24% en el primer semestre.
Precios y semiconductores
Tras los brillos, no se puede obviar que hay una serie de nubarrones que acechan sobre el ritmo de la recuperación. Genera gran preocupación el alza exponencial de los precios de la energía -electricidad, gas y carburantes-, unido al de las materias primas y el transporte internacional. Están tirando al alza de la inflación, que en julio ascendió al 2,9% y que en el avance de agosto se sitúa en el 3,3%. A esto se suma la incertidumbre por la paralización industrial que está empezando a provocar la falta global de chips.
El catedrático de Economía Aplicada de la UPV Felipe Serrano estima que a pesar del alza de los precios no cree que estemos ante un proceso inflacionista. «Creo que va a ser coyuntural, lo que no significa que no vaya a tener algunos efectos inmediatos». Y se pregunta «¿cuánto van a poder aguantar las empresas esos incrementos de costes sin desplazarlos?». Nadie lo sabe, pero advierte de que la situación se complicaría «si ese incremento puntual de los precios se acaba desplazando a los salarios y se entra en una espiral» alcista.
A Serrano también le inquieta que «las cadenas de suministros están rotas en el caso de los semiconductores», los famosos chips, que ya está haciendo parar a las fábricas de coches, porque «eso va a terminar afectando a la industria auxiliar del automóvil» que tiene gran peso en Euskadi.
En el mundo laboral, el presidente del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) vasco, Tomás Arrieta, destaca que en esta fase de «recuperación sostenida, sólida, no coyuntural» hay un elemento diferencial muy positivo frente a crisis anteriores: «la reactivación económica está yendo paralela a la recuperación del empleo». Se trata de una sincronización inusual, ya que en recesiones anteriores la creación de empleo llevaba un decalaje de uno o dos años sobre el PIB. Para Arrieta ha sido «un elemento fundamental la retención del empleo a través de los ERTE». En la otra cara de la moneda, lamenta que una vez más «no estamos siendo capaces de corregir una de las debilidades estructurales más claras de nuestro mercado laboral: la temporalidad».
Cambio de paradigma
El vicedecano de relaciones internacionales de la Deusto Business School (DBS), Mikel Larreina, advierte de que «hay que tener mucho cuidado con la sensación general de que volvemos a la normalidad, que recuperamos la actividad económica que teníamos antes de la pandemia. Esa forma de razonar es un error». Estima que «todavía no tenemos interiorizado» que estamos ante un «cambio de paradigma por la crisis climática que nos va a afectar en el resto de nuestras vidas y cuanto antes empecemos esa transición de verdad, más posibilidades tendremos de que nos afecte poco o lo menos posible». Hay que analizar la sostenibilidad de todos los sectores y modelos de negocio.
Larreina indica que una parte importante del crecimiento en 2022 se apoyará sobre los fondos europeos, recursos que advierte «no son para 'despilfarrar' son fondos que o nos sirven para hacer esa transformación o vamos a tener un problema muy serio durante mucho tiempo».
LOS PROTAGONISTAS
Presidente de CRL
Tomás Arrieta
«Estamos en una recuperación sostenida, sólida, no coyuntural»
Vicedecano de DBS
Mikel Larreina
«Va a haber un cambio de paradigma por la crisis climatica y hay que asumirlo»
Catedrático de la UPV
Felipe Serrano
«A pesar de la subida de los precios, no estamos en una fase inflacionista»
Los ingresos públicos al alza por la actividad, el consumo y el empleo
Otro exponente de que la recuperación económica es una realidad palpable es el nivel que ha alcanzado ya la recaudación fiscal. Tras caer casi un 10% en 2020, este año el panorama arroja un escenario bien diferente y muy esperanzador para las cuentas públicas y los servicios que se sufragan con ellas. Hasta julio se han ingresado vía impuestos 8.250 millones, un 24,7% más que en los siete primeros meses del año anterior. Pero este porcentaje está algo desvirtuado y no es comparable, ya que en 2020 las diputaciones forales retrasaron los calendarios de pagos impositivos para mitigar los efectos económicos del Covid. Por tanto, el dato relevante es que los ingresos de julio de 2021 casi igualan a los de julio de 2019, siendo los verdaderos impulsores los impuestos relacionados con el consumo y el empleo: IVA e IRPF.
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