A la búsqueda de 65 alianzas rompedoras

Esta iniciativa público-privada de Industria 4.0, dependiente del departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco a través del grupo SPRI, nació en 2016 y se ha convertido en un programa de referencia internacional. De hecho, el año pasado recibió un total de 750 candidaturas, un 30% más que en la anterior edición.

Ahora, en su sexta cita, 65 grandes empresas buscan 'startups' disruptivas para desarrollar proyectos en materia de industria inteligente, energía limpia y sostenible, alimentación y salud. Osakidetza, Arteche, Celsa Group y Cofares son algunas de las nuevas compañías que participarán en el programa, que ha abierto el plazo para recibir candidaturas hasta el próximo 10 de septiembre. Presentarse puede ser el primer paso hacia el éxito, como ya ha sido el caso de las firmas ASIMOB, Bitmetricks, Hodeia Digital y Simumatik.

'Buildapp' es capaz de relacionar la calidad del producto con el estado de las máquinas

Tras su participación en BIND 4.0, Hodeia Digital ha establecido contacto con grandes empresas y ha participado en el Mobile World Congress de Barcelona. Esta 'startup' con sede en Leioa desarrolló un proyecto de digitalización junto a la multinacional de alimentación y cuidado personal y del hogar Unilever. «Nuestra plataforma 'Buildapp' permite digitalizar todos los departamentos de una fábrica -control de calidad, mantenimiento, seguridad...-», explica su director ejecutivo, Lander Ramos. Lo hicieron pensando en la planta de Unilever en Leioa (Bizkaia) -fabrica margarina-, pero ahora la han estandarizado y la han aplicado en más de 50 plantas de la compañía. Además, el objetivo a final de año es llevarla a 100 factorías de todo el mundo.

Normalmente, en una fábrica conviven muchos softwars, pero la aplicación de Hodeia Digital permite registrar todo lo que ocurre en distintos departamentos. «Nuestro valor añadido es que es integrable y permite un análisis de datos transversal. De este modo, los problemas de calidad se pueden relacionar con un fallo de máquinas», destaca Ramos.

La aplicación tiene dos partes: una móvil y otra web. La primera la usan los operarios para registrar los datos; la segunda la emplean los jefes de equipo para analizar lo recabado. Esta herramienta incluso es capaz de detectar una falta de formación del personal. «Es una tecnología que tiene mucho potencial en la Industria 4.0».

Hasta ahora, su producto estaba enfocado hacia grandes empresas, pero gracias al asesoramiento del BIND 4.0 han reorientado la plataforma hacia las pymes, que suponen un importante mercado.

Hodeia Digital no deja de reinventarse y ha añadido a su plataforma digital nuevos módulos y tecnologías. «Hemos cerrado acuerdos con otras 'startups' de realidad aumentada y queremos potenciar el análisis predictivo a través de la Inteligencia Artificial». De este modo, el sistema sería capaz de detectar cuándo se va a producir una avería.

En definitiva, se trata de optimizar los procesos de una planta de producción. «Es algo difícil de cuantificar, pero allí donde hemos implantado 'Buildapp' ha aumentado la eficiencia».

El sistema localiza y comunica los defectos, lo que permite coordinar planes de actuación

El mantenimiento de las carreteras requiere un trabajo constante de supervisión. La tecnología desarrollada por la empresa bilbaína ASIMOB permite automatizar ese proceso y reportar irregularidades como señales degradadas, ramas de árboles que dificultan la visibilidad... a un centro de control. El sistema es capaz incluso de detectar si los conos de tráfico para señalizar unas obras están bien colocados.

El funcionamiento es sencillo: «Instalamos unos pequeños equipos en los coches de los inspectores que registran todos los fallos que pueda haber y los geolocalizan», explica la directora general de ASIMOB, Estíbaliz Barañano. Todo ello permite coordinar planes de acción para mejorar el estado de las carreteras.

El sistema no es caro, lo que permite hacer grandes despliegues y basta con que el inspector lo active para que haga su trabajo. «Los recorridos suelen tener muchos kilómetros y es difícil que las personas puedan mantener el nivel de atención».

En BIND 4.0 tuvieron la oportunidad de aplicar esta tecnología junto a Elecnor en la observación y el mantenimiento de carreteras secundarias al sur de Madrid. «Son de difícil acceso, con una calzada de doble dirección en la que los inspectores tienen que parar para anotar lo que se van encontrando». Con este sistema, en cambio, los controladores ganan seguridad.

ASIMOB nació en 2016 y se empezó a dar a conocer hace dos años. Emplea a cinco personas y desde su sede del barrio de Rekalde, la 'startup' ha estado muy pendiente de las noticias de la SPRI y de cualquier oportunidad que se les presentara. La iniciativa BIND 4.0 les ha venido como anillo al dedo y aseguran que participar en ella es «100% recomendable».

«La experiencia ha sido excepcional. La compañía Elecnor se ha implicado mucho en el proyecto y sus opiniones nos han ayudado a mejorar la herramienta», destaca Barañano. Esa colaboración también ha servido a la 'startup' para lograr una referencia muy importante, lo que les otorga una mayor visibilidad con el fin de captar a nuevos clientes.

Han replicado una prensa en caliente de BATZ Group para ver las ventajas de esta tecnología

Hace diez años que Mikel Ayani se marchó de su Getxo natal a Suecia. Allí comenzó a programar y creó un software de simulación; un hobby que, tiempo después, convertiría en la empresa Simumatik AB. «Hemos desarrollado una plataforma que funciona a modo de gemelo digital. Los clientes pueden probar máquinas y mejoras en ese modelo virtual», resume.

El sistema ofrece multitud de posibilidades: «Es una herramienta para ingenieros con la que se pueden diseñar máquinas para descubrir fallos incluso antes de construirlas», apunta Ayani. Esto rebaja los costes de producción y permite a las compañías ser más sostenibles.

La plataforma también puede servir para formar a operarios en un entorno seguro y libre de riesgos. «Se puede trastear sin miedo y, si algo se rompe, basta con reiniciar el programa y todo se arregla», destaca el director ejecutivo de Simumatik AB, quien apunta que esta aplicación puede ayudar a preparar el relevo generacional en la industria.

La 'startup', que cuenta con una plantilla de diez empleados, probó su software en la cooperativa de automoción BATZ Group dentro de la iniciativa BIND 4.0. «Querían dar los primeros pasos en el mundo de los gemelos digitales e hicimos una copia virtual de una de sus prensas en caliente. Es una máquina en la que un operario tiene que meter y sacar las piezas y nos planteamos ver qué ocurriría si metiéramos un robot en ese proceso». Ese experimento solo es un ejemplo de la flexibilidad que ofrece esta tecnología, ya que permite medir el impacto de ese proceso sin tener que comprar el robot.

Pero los gemelos digitales no solo se circunscriben al sector industrial. El pasado otoño, Simumatik recibió bastantes encargos de centros educativos para desarrollar laboratorios virtuales en los que sus alumnos pudieran hacer prácticas, sin riesgos de contagio por la pandemia. «También sirve para aquellas escuelas sin demasiados recursos».

De su paso por BIND 4.0, destaca los contactos que han logrado establecer con empresas vascas, algunas de las cuales se han mostrado muy interesadas en su producto.

La automatización permite abaratar costes y eliminar los trabajos más ingratos

La 'startup' Bitmetricks está afincada en Barcelona y trabaja en la automatización de procesos industriales. Colocar un robot no es suficiente, el proceso es más complejo. «Si cambia alguna de las variables -la forma del contenedor, el tamaño de las piezas...-, el robot no puede adaptarse», señala su directora ejecutiva, Mar Masulli.

Con más de 20 años de experiencia, esta emprendedora y su equipo han desarrollado una tecnología que, a través de la visión robótica, puede adaptarse a distintas situaciones. Se trata de un sistema revolucionario que captó el interés del fabricante alavés Tubos Reunidos dentro del programa BIND 4.0 y que Bitmetricks tuvo después que aterrizar con un presupuesto y una propuesta técnica concreta.

Finalmente, el proyecto se concretó en la automatización de los procesos de control de calidad de la compañía tubera, cuyos productos se usan para la extracción de petróleo y gas. «Al pasar cierto tiempo la vista humana se cansa y es más difícil distinguir los fallos. Al meter un robot se aplica un control lógico y se elimina la diferencia de criterio, que es distinta en cada trabajador».

Este proceso «aumenta la eficiencia y rapidez y reduce los costes de producción», a la vez que relega las tareas ingratas a las máquinas. «Es algo que no aporta valor añadido y que se hace junto a una fundición, que es un entorno muy exigente». Así, los empleados pueden dedicarse a labores que dan un plus al producto final.

De su experiencia, subraya los «interesantes contenidos de formación» sobre gestión de empresas. En un año tan complicado como 2020, las 'startups' participantes han tenido la posibilidad de hacer visitas virtuales a empresas como Mercedes y la Corporación Mondragon. Además, el programa ha dado visibilidad a Bitmetricks: «Hemos creado contactos con compañías y posibles inversores».

Y es que una aplicación como la suya será fundamental en el proceso de digitalización de la industria. «Es imperativo que se siga reinventando porque si no, no podrá competir ni en velocidad ni en calidad. La Inteligencia Artificial y el análisis del lenguaje natural... tienen aún mucho margen de crecimiento».