La eminencia de Vitoria que trató las rodillas de Nadal
El tenista manacorí ha pasado en varias ocasiones por las manos del doctor Mikel Sánchez
El nombre de Vitoria aparece grabado en varias ocasiones a lo largo de la carrera de Rafa Nadal. La capital alavesa se convirtió en ... esa especie de sanatorio, liderado por el galeno Mikel Sánchez, en el que el tenista manacorí confiaba para olvidar sus dolorosas lesiones de rodilla. Romper ese 'break' que tantos quebraderos de cabeza le habían dado justo en su mejor momento. Hablamos de 2010, 2012, 2013... Sus años dorados. Temporadas en las que el astro del tenis encadenó cinco Roland Garros consecutivos, afianzándose como un atinado mosquetero, en las que volvió a vestirse por segunda vez de blanco en Wimbledon y en las que grabó por primera vez su nombre en el Abierto de Estados Unidos.
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Sus paseos eran discretos, sin llamar la atención. Pero su presencia tampoco pasaba desapercibida. La foto que acompaña este artículo es del año 2010. Algunos vitorianos que le reconocieron le asaltaron en plena calle con la ilusión de conseguir una firma -ya saben, antes de la moda de los 'selfies' con móvil- de la estrella del tenis. Con total naturalidad, Nadal selló su rúbrica en folios y camisetas. Otros, ajenos a su visita, corroboraban su paso por Vitoria al ver cómo mejoraba su rendimiento deportivo.
Nadal accedía siempre por una puerta lateral al hospital USP La Esperanza. Se puso en manos de Mikel Sánchez, una eminencia en recuperar deportistas al aplicar una técnica pionera: extraer el plasma del propio paciente para someterlo luego a un proceso de centrifugado donde es enriquecido e inyectarlo después en el cartílago del mismo paciente. En su currículo destacan nombres propios como Jesús Navas, Joseba Beloki o Samuel Sánchez.
La visita en 2010 fue por partida doble para completar un tratamiento que había iniciado meses atrás. Pero esa segunda visita se precipitó en el calendario por un motivo de fuerza mayor. Nadal quería vivir en directo la final de España en la Copa del Mundo. Un hito histórico que el posterior triunfo le dio la razón. La intervención en sí estaba programada de cara a poder retomar en agosto en forma la competición en el Torneo Master 1000 de Toronto. Y tras descansar y pasar por el 'taller', el tenista volvió hambriento a la pista.
La peor lesión
Pero sus problemas de rodilla persistían. Se convirtieron en su particular talón de Aquiles. Y los achaques se convirtieron en infierno. En 2012 sufrió la lesión más grave de su carrera: la rotura de ese tendón rotuliano de la rodilla izquierda tras varios tratamientos paliativos. Un mazazo que le mantuvo en el dique seco durante media temporada. Y todo, mientras las heridas se iban poco a poco expandiendo por otras zonas del cuerpo: psoas ilíaco, muñeca izquierda, tobillo derecho...
Tras recuperarse, tuvo que volver a la capital alavesa. Lo hizo para revisar el estado de la tendinopatía crónica que padecía, una vez concluida la gira por tierras americanas. Allí conquistó los primeros éxitos de la temporada, pero también sometió a sus rodillas a un duro desgaste. Todo para estar a punto de cara a afrontar Roland Garros, su torneo más preciado. Ese que tantas alegrías le ha dado en una carrera que escribirá su último capítulo en la Copa Davis.
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