De todo un poco
El Torneo del Cuatro y Medio de 2020, desteñido por el Covid-19 y, todo hay que decirlo, por la escasez de auténticos especialistas, ha ... agotado el pasado fin de semana la fase de octavos. Resumiendo, por lo visto en los respectivos frontones, se puede aseverar que en las eliminatorias jugadas ha habido de todo un poco. Una gran botica.
La Liga de Empresas, e incluyo a las cabezas pensantes de los intendentes, no tenían muchas opciones a la hora de elegir a los participantes. Porque en este triste velatorio en el que nos ha convertido el maldito virus, no hay más cera que la que arde. Han mezclado churras con merinas y suele decirse que en la pelota y en los ámbitos campestres no es buena cosa.
En Azkoitia, la cuna donde fueron mecidos un importante número de pelotaris y reconocidos campeones, arrancó la primera jornada con dos ofertas. En la primera, Artola, sin preparar a conciencia el partido por culpa del virus, se midió a Peña II. Un contrario que aún está hilvanando puntadas. Impuso su categoría desde el principio y terminó imponiéndose, 22-15. El derrotado luchó lo indecible, peleó cada tanto en juego, pero tuvo que rendirse a la evidencia. El vencedor, con unos kilos de peso de menos, dio muestras de que es poseedor de muchos recursos dentro de la distancia y un tipo con dos buenas manos.
A continuación le tocó el turno a Danel Elezkano, que llegaba después del varapalo sufrido en las semifinales del Manomanista. Se tomó en serio la cosa ante Zubizarreta, un tío rocoso y que corre más que una liebre, y terminó doblegándolo, 22-13. Sin embargo, quedó al descubierto que el derrotado, con la vitola de neoprofesional, tiene mucho que aprender. Tiempo al tiempo.
El domingo la actividad se centró en el Astelena de Eibar con un duelo en la cumbre: Bengoetxea VI contra Irribarria. Dos pelotaris estelaristas y de mucho recorrido. En los primeros compases y pasado el ecuador del encuentro fue el representante de Aspe quien llevó la iniciativa. El de Leitza, que comunicó a sus técnicos que no necesitaba botillero, doblegó (22-16) al zurdo de Arama.
El ganador inició su puesta en escena frío, apático, y con muchas intermitencias en su juego. Con su repertorio lleno de habilidades y constatando saber poner la pelota en los sitios más inesperados de la cancha, no tuvo problemas para pasar a cuartos. El perdedor sigue inmerso en un carrusel de errores y concesiones. Se cerró la reunión con una pachanga. Peio Etxeberria pasó por encima de Arteaga (22-8), que vino a suplir a Agirre, sin siquiera pestañear.
Hoy se juega la final de la discordia del Campeonato de Parejas. Olaizola II y Urrutikoetxea se miden en el frontón Bizkaia a Ezkurdia y Martija. Los de Baiko ya están acostumbrados a este tipo de retos. Son un dúo con la lección aprendida y se ensamblan muy bien en el transcurso del peloteo. La pareja oponente tiene su principal pilar en Joseba Ezkudia, un delantero con un repertorio demoledor.
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