Se repite la historia en Ferrari
Fiel a su cita se han hecho patentes las tradicionales desavenencias que la Scuderia es incapaz de disimular apenas el choche flaquea
Fiel a su cita se han hecho patentes las tradicionales desavenencias que la Scuderia Ferrari es incapaz de disimular apenas el coche flaquea, una historia ... que se repite desde que el mundo es mundo y el Gran Circo se puso en marcha. Este año le toca a Fred Vasseur convertirse en el muñeco del pim, pam, pum por la incertidumbre en que le sitúa la inminente finalización de su contrato, aunque el responsable de haber desestabilizado al equipo sea el presidente del Cavallino. Qué felices se las prometían en Maranello hace un par de años cuando tenían en pista un bólido que respondía a las evoluciones y mejoraba hasta postularse como alternativa al dominio entonces implacable de Red Bull. La pareja de pilotos también funcionaba y cabría decir que había un buen ambiente entre ellos a pesar de que Carlos Sainz jamás aceptase el papel secundario que le asignaba el entorno de Leclerc. Fue entonces cuando el presidente Elkann irrumpió en escena asumiendo la contratación de Lewis Hamilton en contra del criterio que mantenía buena parte de la Gestione Sportiva que trabajaba entonces en Maranello. Pesó más el impacto mediático de la contratación de Hamilton que sus réditos deportivos, y de aquellos polvos vienen estos lodos.
Mediada la temporada de su debut sólo cabe calificarla de fracaso. El heptacampeón se muestra incapaz de adaptarse al método de trabajo de los italianos y al coche que Ferrari ha puesto en sus manos, aunque su compañero de garaje tampoco se salve de la quema y esté completando una campaña intrascendente, otra más del monegasco. En estas circunstancias era cuestión de tiempo que en Italia se iniciara el acoso y derribo de Frederic Vasseur, convertido en cabeza de turco. El SF25 es un bólido ramplón que cercanos al ecuador del curso ha sido incapaz de plantar cara no solo a los McLaren sino incluso a los Mercedes o al Red Bull de Verstappen. Sus graves errores de diseño han dado al traste con el proyecto ferrarista y ya se mira a 2026, una nueva huída hacia adelante que conllevará la amortización laboral del enésimo grupo de técnicos. Decía Vasseur hace un par de semanas que de un tiempo a esta parte todo ha cambiado en Maranello excepto el presidente, y le señalaba como responsable último de la falta de resultados. Sus palabras –propias de quien se ve recibiendo el finiquito– insinuaban un problema estructural y llegaron a oídos de John Elkann mientras arropaba a su equipo de resistencia en las 24 Horas de Le Mans. Elkann aprovechó su estancia en el circuito de La Sarthe para mostrar su cercanía con Antonello Coletta, el técnico que ha logrado tres victorias para el Cavallino en la mítica carrera y suena en los mentideros ferraristas como próximo responsable de la Gestione Sportiva, el equipo de Fórmula 1.
Se le va a hacer larga la campaña a la Scuderia, envuelta la convivencia en este ambiente enrarecido. El descontento gana adeptos entre la desidia de los que ven amortizada la jefatura de Vasseur y quieren posicionarse para estar entre los favoritos de su sucesor. Para colmo la indiferencia que muestra la presidencia con el técnico francés se ve agravada por las filtraciones interesadas que pretenden menoscabar su autoridad; todo un ejercicio de descrédito para la propia Scuderia Ferrari.
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