«Hay que saber dónde hacer daño y madurar la regata antes de atacar»

El regreso del hijo pródigo a casa en 2017 permitió al club más laureado del Cántabrico recobrar el rumbo y sumar una nueva Concha, la número 32 de su historia. Este domingo, los hombres de Jon Salsamendi se encuentran ante la oportunidad de seguir haciendo historia y convertirse en la cuarta embarcación que lograr el doblete el mismo año, tras Astillero, Kaiku y Urdaibai.

- La regata del domingo tuvo mucha miga.

- Bastante. En lo que se refiere a las diferencias, aunque no son grandes, sí que son importantes por tratarse de equipos muy potentes y también por cómo se produjeron, al ir en tandas diferentes.

- ¿Y el pique con Santurtzi?

- Una vez más no se ha hecho uso del reglamento como es debido porque, casualmente, la Federación Vasca ha aprobado este año un nuevo código de regatas en el que se contemplan cosas como las del otro día y el juez tenía armas en la mano para, sin necesidad de sancionar a nadie, hacer que la regata no resultase tan estresante.

- ¿Qué lectura hace del papel realizado por su equipo?

- Si nos ceñimos exclusivamente al resultado final uno puede pensar a simple vista que nos faltaron cosas porque fuimos segundos. Sin embargo, después de repasar una y otra vez el vídeo tengo la convicción de que hicimos una grandísima regata. Ganar la tanda, como era el objetivo inicial, y meterle casi cuatro segundos a toda una Santurtzi con un equipo en el que la mitad de los remeros son debutantes en La Concha no se puede entender de otra manera.

- ¿Tienen algo en mente para intentar buscar una vuelta de tuerca de cara al segundo asalto?

- No creo que haga falta. Sería una tontería y probablemente un fracaso variar a estas alturas el rumbo marcado. Otras cosa es que estés a 20 segundos del primero. Entonces sí que lo cambiaría todo para ver qué sale, pero no es el caso. Tenemos las ideas muy claras al respecto.

- ¿Cómo se encuentra el equipo psicológicamente?

- Convencido de que hizo un gran trabajo y pensando ya en cómo remontar los cinco segundos y 54 centésimas a Hondarribia. La prueba más evidente de las ganas que tiene es que el lunes salimos a rodar y la trainera iba como un tiro simplemente rodando.

- La historia de La Concha no es prolífera en remontadas, pero casualmente las dos últimas ediciones ha sido así.

- Siendo objetivos está claro que ese aspecto no está de nuestro lado. De hecho, de las 32 conchas que tiene Orio solo la de 2017 la consiguió dando la vuelta a la tortilla, pero pensado en positivo encontramos el hecho de que Hondarribia hizo la diferencia remando en otra tanda. Nunca se sabe si es real o relativa pero....

- No parece que el estado de la mar les vaya a echar un cable a ustedes ni a Santurtzi en este sentido.

- Jamás he pedido mala mar, ni cuando he estado delante ni estando detrás. El equipo está preparado para afrontar cualquier situación. Lógicamente cuando la pista está noble es más complicado, pero lo único que pido es que esté lo mas equitativo posible y que sea la labor de los contendientes lo que determine al ganador final de la bandera.

- ¿Tiene miedo al sorteo de calles?

- Como todos. Creo que no será un factor determinante pero si influyente.

- ¿Orio saldrá al ataque? Lo digo por que Hondarribia es un bote difícil de batir si coge la cabeza

- Hay que previsualizar diferentes situaciones de regata. Si el que va primero se encuentra bien no le va a importar ir 2, 3 o 4 segundos por detrás porque a la vuelta hay diez minutos para recuperar. Lo fundamental es saber dónde se le puede hacer daño al rival y después madurar la regata hasta que llegue el momento adecuado. Está claro que Hondarribia va a vender cara la derrota si es que alguien consigue hacerlo.

- En noviembre, Orio todavía no había completado el equipo tras las numerosas bajas sufridas y, sin grandes nombres, está cerca de cerrar una de sus temporadas más brillantes ¿cuál es la clave?

- El trabajo, la implicación, la cohesión y la mentalidad ganadora y algo guerrera del grupo. Éramos el patito feo y mira. Si no tuvieran calidad individual no estaríamos aquí.