La alegría de Maialen Chourraut por el bronce de su hijastro Pau Echaniz
La triple medallista, pareja de Echaniz, ha celebrado el triunfo como si fuera suyo
Todos se fundieron en un emocionante abrazo nada más cerciorarse de que el británico Joseph Clarke, el último participante de la final, tan solo alcanzaba la quinta plaza. La familia Echaniz-Chourraut ya tiene la cuarta medalla olímpica para colocar en su vitrina. El piragüista vasco Pau Echaniz acababa de conseguir la medalla de bronce tras firmar una excelente bajada en 88,87 segundos en la final de eslalon individual. Y la triple medallista Maialen Chourraut, su madrastra y pareja del también olímpico Xabier Echaniz, lo celebraba como si fuera suya. Saltaba, sonreía, gritaba... Todo era felicidad.
Echaniz acabó siendo manteado en el cielo de París. Lleva atemperar las aguas bravas en la sangre. Su padre, Xabier Echaniz, participó en su misma modalidad K-1 en Barcelona 92 y Atlanta 96. Su actual pareja, la piragüista vasca Maialen Chourraut, cuenta en su medallero en K1- individual con el bronce en Londres 2012, el oro en Río 2016 y la plata en Tokio 2020. Casi nada. La cuarta, el bronce de París, no lleva su nombre, pero se queda en casa.
La tremenda felicidad de la familia Echaniz-Chourraut 🥰
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 1, 2024
Pau, hijo de Xavi Echaniz, su entrenador. Hijastro de Maialen, ganadora de tres medallas olímpicas 🤩🤩🤩#Paris2024 pic.twitter.com/MFQj8LOwkq
Echaniz consigue en su primera participación olímpica una medalla. Al cruzar la línea de meta tras su rápida bajada, Echaniz celebró con rabia tras ver su crono, consciente de que optaba a lo más alto. Una imagen bien distinta a la de las agónicas semifinales, cuando estuvo al borde de la eliminación. Quedó decimosegundo, la última posición que daba acceso a la lucha por metales.
Fueron 88,87 segundos de máxima emoción. Bajó a tal velocidad por las aguas embravecidas que, de no ser por los dos segundos de penalización al tocar la puerta 19, el vasco de 23 años habría tocado el oro. Finalmente, consigue un bronce que sabe a gloria, por detrás del campeón italiano Giovanni de Gennaro (88,22) y del francés Titouan Castryck.