Jon Rahm: «Prefiero ganar un 'Grande' a ser el número 1»
El de Barrika arrancará el PGA Championship junto a Phil Mickelson y Sergio García en un campo y unas condiciones que le recuerdan al escenario de su primera victoria profesional
Muy sonriente pese al madrugón. Jon Rahm está en danza desde las seis de la mañana en San Francisco para organizar una jornada sin un minuto libre. Rueda de prensa, la primera oficial del PGA Championship, a la que sigue un encuentro con su equipo. Tratamiento físico, verificación de su matetial, trabajo específico sobre su swing y jugar nueve hoyos para descubrir un campo, TPC Harding Park, que visita por primera vez.
Le cuesta procesar tanta información personal, íntima. Sensaciones, sentimientos. Venía jugando mal tras el parón y cazó al vuelo un torneazo (Memorial) con el premio extra de coronarse número 1 del mundo. Dos semanas después regresaba al siguiente dígito. Se queda con «el momento en el que pasa. Lo que más me emocionó fue ser el primero desde Seve, el tercero, cuarto o quinto más rápido de la historia entre los 24 jugadores que lo hemos conseguido. Es único. Cada vez que pueda hacer una hazaña que me compare a Seve es lo más bonito».
Cero rencor y mucha autocrítica para rebobinar al domingo, cuando Justin Thomas le arrebató el trono. «El domingo estaba más enfadado por haber jugado tan mal que por perder el número 1. Lo perdí yo porque jugué mal. Para llegar a él hay que ganar y jugar bien y ojalá lo vuelva a conseguir otra vez. Pero esta semana la prioridad es ganar un 'Grande'». Y amplía la explicación sobre la falta de feeling con su juego. «No es que me afectase el número 1, no sé si lo procesé. Fue una semana en la que no estuve cómodo con el swing, como me ha pasado en casi todos los torneos tras el parón. Estoy intentando conseguir las sensaciones que he tenido cuando mi juego ha sido consistente. No me acuerdo la última vez que jugué seis torneos y lo hice tan mal en cinco de ellos. Tengo orgullo y le doy importancia a ser consistente. Estaba pasándolo tan mal con el swing que no tuve en la cabeza el número 1».
Tema zanjado. No le faltan metas ni fechas señaladas en una carrera que vive a toda pastilla. Cumple esta semana su centenario como profesional. «Como competidor y exigente siempre creo que puedo hacer más. Pero cuando vi un artículo comparándome con lo que hicieron otros jugadores en sus primeros cien torneos me pondría una nota muy alta. Pero siempre me gustaría hacer más. No me da vértigo pero sí cuesta creer a veces que todo ha ido tan rápido. Seguramente alguna de estas semanas libres, después de la FedEx, cuando tenga tiempo pueda de verdad sentarme y agradecer y estar orgulloso de lo que he hecho».
Su mente está ahora focalizada en un objetivo que no oculta. Ganar un 'Major'. Antes agradece que se hayan dado las condiciones para poder estar viviendo todo esto. «Con lo mal que pintaban las cosas aquí en California, en Nueva York y en otros sitios, hubo un punto en el que pensaba que no íbamos a jugar al golf este año». Ganar el PGA tendría un valor especial. «Cada vez que ganas un torneo en esta época es algo único y será recordado porque sucedió en la era Covid».
Antes de pisar el campo Rahm ya apuntaba buenas vibraciones. «Todavía no he visto el campo pero con la humedad que hay tendrá más parecido a una semana de Torrey Pines que gracias a Dios se me ha dado muy bien los últimos años», se refiere al escenario de su primera victoria profesional. Fuera de la carpa de prensa donde se desarrolla la rueda de prensa virtual, llueve. En los días previos todo el mundo iba muy abrigado. Hasta Tiger Woods dejaría de hablar más tarde varias veces por ataques de tos. «Es un día típico de Bilbao, nublado, de llover, no sé los grados que habrá. Es lo que hacía en Larrabea. La única diferencia son los árboles por lo que se parece más a Pedreña».
Unos segundos antes de contestar a los informadores, el vizcaíno conoció su emparejamiento para las dos primeras jornadas con Phil Mickelson y Sergio García. Jugarán el jueves desde las 22.58 (hora española) y el viernes saldrán a las 17.33. Serán el decimoquinto y decimosexto partidos con el castellonense y el octavo y noveno con el jugador de San Diego. Tienen en común que han ganado 'Grandes' pero no han sido números 1 del mundo. «Cuando tienes a Tiger ganando dos Majors y cinco torneos al año va a ser complicado llegar a número 1. Sólo se lo quitó Singh porque ganó nueve veces ese año. Al final llegaron a número 1 de los mortales. Prefiero ganar un Grande a llegar a número 1. Y si ganas grandes probablemente llegues a serlo, va todo unido».
Reconoce Rahm su excelente relación con ambos. «Dos grandes amigos. Vivo en Estados Unidos, tengo una relación muy cercana con Tim (hermano de Phil, coach universitario y manager), he pasado mucho más tiempo con Mickelson que con Sergio, quien también me ha ayudado siempre y ha sido un gran referente toda la vida al llevar tras Seve y Olazábal esa antorcha del golf esoañol. Es un honor jugar con ellos y ojalá les gane».
El golf español está aún huérfano de los 'Majors' que se celebran en Estados Unidos. Ya va siendo hora de solucionarlo. El de Barrika, claro, está por la labor. «El PGA y el US Open son de un golf más americano que no vemos hasta que se viene aquí. Al vivir y pasar más tiempo aquí puede que yo sea el siguiente. Sería increíble ganar uno de estos 'Grandes'. En el British jugamos mucho de pequeños con la selecciones en las islas y vas mejorando. Y el Masters es universal y lo puede ganar un jugador de cualquier lugar».
Los otros partidos estelares de este PGA Championship de Harding Park son los integrados por Thomas, Woods, McIlroy; Kopeka, Lawry, Woodland (últimos ganadores de 'Grandes'), DeChambeau, Fowler, Scott; y Spieth, Rose, Dustin Johnson. Rafa Cabrera jugará con Kokrak e Ishikawa; y Campillo, con el navarro Legarrea como caddie, lo hará junto a Cook y Li.