Iker Bilbao, un goleador histórico

No es la faceta en la que más se prodiga, pero la casualidad, o más bien su fe inquebrantable, le han convertido en protagonista con nombre propio en la casi centenaria historia del Amorebieta. Iker Bilbao ya fue el centro de todas las miradas allá por el mes de mayo tras ser el autor del gol de la victoria de los azules ante el Badajoz en el Nuevo Vivero, que tuvo como premio el ascenso a Segunda División.

Este domingo, ha vuelto a firmar otro momento que quedará para el recuerdo de la parroquia zornotzarra. El mediocentro de Larrabetzu se ha convertido en el primer jugador del Amorebieta en marcar un gol en la División de Plata. Al filo del cuarto de hora, y tras aprovechar un mal pase del meta almeriense.

Ninguno de esos dos goles es casualidad. 'Bilbo', como es conocido en la caseta, es un trabajador incansable. Defiende, persigue, persiste hasta el final. Pero también se deja ver con asiduidad en posiciones ofensivas, merodeando la frontal y atento a las segundas jugadas para ver si puede cazar algún balón y fusilar desde lejos con su potente golpeo. Es lo que le pide Iñigo Vélez de Mendizabal. En el Nuevo Vivero, cazó un balón suelto en el área. Ante el Almería, su olfato le llevó a interceptar el balón.

El año pasado fue uno de los jugadores claves para el ascenso, y no solo por ese gol ante el Badajoz. Este curso, la competencia y el nivel se han elevado de forma exponencial, pero Bilbao sabe que contará con opciones. No pudo estar en Girona por molestias, ante el Mirandés jugó media hora, y ante el Almería se coló en el once inicial. Sin ruido, sin estridencias. Pero con galones.

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