«El Amorebieta es un milagro»
Primer partido en 'casa' ·
Aficionados del equipo azulón acuden ilusionados a Lezama para apoyar a los de Vélez de Mendiazabal en su duelo con el Girona. «Este año es para disfrutar», coincidenDespués de ver los dos primeros partidos por televisión, en los que tocó digerir las derrotas ante Girona y Mirandés, los aficionados del Amorebieta han ... acudido este domingo a Lezama para darse un baño de plata. Medio millar de socios se ha acercado a las instalaciones rojiblancas para teñirlas de azul durante un par de horas. Están «orgullosos» de disfrutar de su equipo en Segunda y de pelear contra clubes que les quintuplican el presupuesto. como el Almería, rival con el que han inaugurado como locales su participación en la segunda categoría del fútbol nacional. El mensaje que transmiten los seguidores del conjunto vizcaíno es de «ilusión» y de seguir creyendo en los milagros. Ya tienen uno y lo sueñan con los ojos abiertos; el otro se llama «salvación» y lo piensan perseguir «hasta la última jornada».
El club había organizado autobuses lanzadera desde Amorebieta hasta la ciudad deportiva del Athletic. Cinco euros por persona –a algunos no les hizo mucha gracia– y 20 minutos de viaje en el que se hablaba del partido y de lo que supone estar donde están los azules, entre los 42 clubes profesionales. «Este año jugamos para salvarnos. En un pueblo de menos 20.000 habitantes es lo que hay, por no hablar del presupuesto. Lo que hemos hecho ya es un éxito», comentaba sobre el ascenso Antonio Parra, de 61 años, quien se había presentado en Lezama con bastante antelación. «Es un fastidio venir hasta aquí, pero si el campo no reúne las condiciones no tenemos más remedio que hacerlo», decía en referencia a Urritxe, descartado por la Federación. Optó por venir en coche y repetirá cada vez que su equipo compita como local. «Hay que disfrutar e intentar quintos por la cola», remataba.
La marea azul tragó bilis con el gol del Almería en el minuto 3. Curro les dio un puñetazo en el hígado. Pero les levantó Iker Bilbao con el tanto del empate en el 15. Lezama fue una caja de resonancia. En ella estaban Clara Obieta y Laura, hermana y madre del jugador Koldo Obieta. «Lo estamos asimilando todavía», comentaba Clara sobre la presencia del Amorebieta en Segunda. «Ellos –los futbolistas– lo darán todo para salvarse. Están con la mentalidad de disfrutar de este año tan especial, pero peleando por salvarse», añadía Laura. Como son de Gernika, no les afecta desplazarse porque «íbamos a hacerlo de todas formas». Con la boca y la nariz tapadas con la mascarilla, sonreían con los ojos. Iban a ver a Koldo.
El cuento de la «liebre y la tortuga»
Todo el mundo hablaba del «premio de Segunda» y de aprovechar cada minuto en la categoría de plata. Eso sí, la inmensa mayoría lamentaba no poder hacerlo en Urritxe. «Hubiera preferido jugar en el pueblo, pero por lo menos Lezama no está lejos», comentaba Asier Pérez, de 18 años, quien estaba en compañía de su padre. El joven ardía en ganas de ver al Amorebieta y ha asegurado que irá a «todos los partidos» que se celebren en las instalaciones del Athletic. «Y a alguno que pille cerca. Debemos disfrutar de esta experiencia, aunque no renunciaremos a sacar el mayor número de puntos posible». Es el mensaje compartido por una afición que vive en una nube. «Somos un milagro, como el cuento de la liebre y la tortuga», apuntaba el socio José Luis Martín. «Gracias al Athletic por cedernos su casa. Ojalá podamos venir año tras año». Sería una magnífica señal, que conservaría su barniz de plata.
Con una bufanda del Amorebieta colgada del cuello, Garazi enfilaba la entrada del campo junto a su novio. «Soy muy futbolera», apuntaba con cantidades industriales de simpatía. Desvela que había jugado en el «Santutxu y Barakaldo» –es natural de Bilbao y ahora afincada en el pueblo azul– y no escondía su «orgullo» por lo que había hecho el equipo: pegar un salto de plata. «Además, competimos solo con gente en casa», ponía en valor la decisión del club de jugar solo con vascos. «Tenemos que disfrutar, pero sin renunciar a nada. Hemos demostrado que podemos ganar a equipos más fuertes. ¡Y somos muy fans de San José!», aseguraban los dos. El sueño continúa. No ha hecho más que empezar. Mantenerlo vivo exige pelearlo en el 'verde'. Color esperanza.
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