El Amorebieta se atasca en los duelos directos

La imagen ofrecida por el Amorebieta este domingo en Lezama distó mucho del equipo combativo y que no pierde la fe en sí mismo que el público está acostumbrado a ver. Con mayor o menor fortuna, en jornadas precedentes los azules estaban vivos en los partidos, dejaban un buen sabor de boca pese a que los resultados no siempre acompañaban. La sensación tras lo visto ante el Lugo es que en lugar de dar el paso adelante que tantas veces se le reclama, se ha dado un paso atrás.

El cuadro gallego tiró de oficio y acierto para asestar un mazazo tremendo a la moral del Amorebieta, que anhelaba un triunfo para sacar la cabeza de la zona de descenso. No les salió prácticamente nada bien. De hecho, según el propio míster en sala de prensa, no se puso en práctica el plan de partido que habían trabajado durante la semana. «No puedo defender un planteamiento mío cuando creo que no se ha hecho lo que se tenía que hacer», aseveraba expeditivo y visiblemente enfadado. Para el vitoriano fue un claro problema de falta de actitud sobre el terreno de juego. Y eso, ante un equipo experimentado y que también se jugaba la vida como el Lugo, pasó una altísima factura.

El sentimiento de pesadumbre se apoderó de la afición zornotzarra tras el choque, viendo cómo no solo se escapaba una oportunidad de oro de progresar en la clasificación, sino también el escaso rendimiento de los suyos, incapaces en toda la segunda mitad de generar peligro sobre la meta gallega más allá de un gol bien anulado a Unzueta por fuera de juego y un par de lances aislados a balón parado. Cayeron por completo en las redes de los albivermello, que no tuvieron rubor alguno en detener, entorpecer y ensuciar el juego a la más mínima ocasión. Les venía bien y les salió mejor aún gracias a la condescendencia del colegiado

Esta derrota ante el Lugo, tercera que sufre el Amorebieta ya en Lezama, confirma también que los de Urritxe se atascan cada vez que tienen frente a sí a un equipo de los de 'su liga'. De nada sirve ganar a Almería y Valladolid, o puntuar frente Sporting y Eibar, si luego no se sacan adelante los enfrentamientos directos contra rivales de la zona baja. De la dieciséis jornadas disputadas, ocho han sido ante adversarios que podrían incluirse en esa lista. Y el bagaje es de tan solo cuatro puntos sobre 24 posibles.

Se empato contra Ibiza (1-1) y Burgos (2-2), recién ascendidos como los azules aunque con recorrido dispar este curso. En Fuenlabrada (0-0) y Alcorcón (2-2) también se arañó un punto aunque con diferente sabor, especialmente agridulce en el choque ante los alfareros. Los otro cuatro encuentros se cuentan por derrotas. El Amorebieta hincó la rodilla ante Leganés, Cartagena y Real B, además de contra el Lugo.

Como suele decirse, todos los puntos cuentan, pero los que se suman en estos enfrentamientos directos son aún más valiosos porque no los suma el rival. Y en esa balanza, el resultado es claramente negativo para un Amorebieta que, curiosamente, ha tenido mayores réditos contra equipos que ocupan zonas más altas en la tabla. Algo sobre lo que también habló Vélez de Mendizabal alto y claro el domingo. «Creo que nos equivocamos porque tenemos actitudes muy buenas contra equipos llamados a estar más arriba», espetaba el técnico de los zornotzarras, asumiendo también su parte de culpa: «Seré yo el que no mando bien el mensaje, pero cuando hay partidos que realmente hay que matar en cada acción, en cada minuto… es la sensación que me queda, que no lo hacemos».

A la primera vuelta de la competición le quedan solo cinco encuentros para echar el cierre, y el calendario que tiene por delante el Amorebieta está plagado de rivales con mucho nombre y enorme peso futbolístico. Oviedo, Zaragoza, Málaga, Las Palmas y Ponferradina, por ese orden, esperan a los azules. El reto que tienen por delante los de Urritxe es tremendo.

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