La 'Cultu' celebrará su centenario en Segunda B

El pitido final desató la euforia en el césped y las gradas de Tabira. La Cultural de Durango había hecho buenos los pronósticos y por fin era equipo de Segunda B tras imponerse 2-0 a los canarios de la Unión Deportiva San Fernando -el primer tanto mediado el primer tiempo y el segundo y definitivo en minuto 89-. Si la gesta era de por sí brillante, aún lo era más porque a siete minutos del final y con 1-0 en el marcador, un penalti a favor de los visitantes llevó los nervios al césped y la grada, incluso con el 0-1 de la ida. Pero ellos fallaron y luego la 'Cultu' sentenció la eliminatoria.

Fue el feliz remate a una temporada que aúpa al club a la categoría de bronce -la abandonó en la temporada 2005-2006- y lo hace precisamente cuando la entidad celebra el centenario. Conscientes de lo que estaba en juego, durante toda la semana los pupilos de Igor Núñez advirtieron de que había que huir de cualquier euforia y no confiarse con la victoria por la mínima en el partido de ida en Maspalomas.

Había que repetir triunfo y así fue. Un rotundo 2-0 con goles de Pradera y Ekaitz. Y eso que los futbolistas del Unión San Fernando no cedieron en ningún momento, convencidos de que podrían dar un vuelco a la situación. Pero no lo consiguieron, y la próxima campaña la 'Cultu' se unirá en Segunda B a otros seis conjuntos vizcaínos: Barakaldo, Leioa, Arenas, Amorebieta, Gernika y Bilbao Athletic.

La afición, los futbolistas, el cuerpo técnico... Todos formaron una piña en Tabira. Y su técnico, Igor Núñez, puso voz al éxtasis general. «Futbolísticamente hablando, es el día más feliz de mi vida», proclamó Núñez. Se emocionó el preparador de la 'Cultu' al subrayar que «hemos llegado mucho más lejos de lo que pensábamos al comienzo del año».

El técnico admitió que en el encuentro hubo «muchísima tensión». El gol tempranero de Pradera en la primera mitad había afianzado las expectativas de los locales, pero la pena máxima a favor de los canarios en la recta final del partido, un agarrón del portero de 'Cultu' al delatero rival, le hizo pasar un mal trago. «He sentido mucha frustración. He celebrado la gran parada de Errasti incluso más que el primer gol», se sinceró Núñez.

Fue ése el momento de mayor tensión y el que hizo enmudecer a la grada. La inquietud no desapareció hasta que Errasti adivinó la trayectoria del lanzamiento y despejó el balón con los puños. «La clave ha sido un vestuario de buenos jugadores y de buenas personas», destacó el entrenador de la 'Cultu'. «Hemos sido capaces de superar todos los retos gracias a nuestra ambición».

Con la mirada puesta en la próxima temporada, Núñez se mostró ilusionado. «Esperaremos a ver el nivel que podremos ofrecer en Segunda B y seguiremos superando nuevos retos, seguro». Pero ayer, recalcó el técnio, era el momento de las celebraciones. «El ascenso es un premio a un equipo que trabaja desde la humildad, con muchas ganas y con buen juego», concluyó.