«Es un partido muy especial, es una pena que no haya público»
Barakaldo y Portugalete cruzan sus caminos en un derbi de la Margen Izquierda con mucho en juego, que no será correspondido por la ausencia de aficionados en las gradas
peru olazabal
Miércoles, 2 de diciembre 2020, 20:00
La Segunda División B volverá a acoger un derbi de la Margen Izquierda cuatro temporadas después. El último consta del 12 de febrero de 2017 entre el Sestao River y el Barakaldo en Las Llanas (3-2). Esta vez, serán el propio Barakaldo y el Portugalete quienes se vean las caras el próximo domingo -17:00 horas- en Lasesarre. «Siempre es especial jugar un derbi de la Margen Izquierda, son partidos muy bonitos que ya teníamos ganas de jugar», afianza José Picón, capitán de los fabriles. Uno de esos encuentros de gran rivalidad por los que los municipios se tiñen de los colores de sus clubes y los hinchas cuentan las horas para acudir al campo y dejarse la garganta.
En cambio, esta vez todo será diferente. «Es un partido muy especial, pero es una pena que no haya público y no poder vivir ese ambiente», lamenta Jon Moya, capitán de los jarrilleros. Las restricciones por el COVID-19 obligan a jugar el envite a puerta cerrada. Las gradas de Lasesarre estarán despobladas, por lo que la magia del derbi se esfuma sin el aliento de los aficionados. Ahora bien, eso no quita que los jugadores de ambas escuadras vayan a luchar con uñas y dientes por los tres puntos y el orgullo que suscita para cada pueblo imponerse en este tipo de citas.
El inicio de temporada de ambos conjuntos no ha dado para muchas alegrías, precisamente. El Barakaldo atraviesa una situación más delicada. El cuadro fabril arrancaba esta campaña con el propósito de ascender a Primera RFEF, sin embargo, todavía no han logrado ninguna victoria -un empate y cinco derrotas- y son colistas del grupo. El capitán de los baracaldeses no esconde que «la situación es muy delicada, no podemos mirar para otro lado». «Está claro que con lo que estamos haciendo no nos da para conseguir resultados», reconoce.
La realidad del Portugalete es bien diferente. Son antepenúltimos con tan solo cinco puntos en los primeros seis envites, pero el equipo transmite buenas sensaciones y los números no hacen justicia a lo que plasman dentro del verde. En ese sentido, Moya recalca que «estamos tranquilos porque somos sabedores de que estamos haciendo las cosas bien, pero no terminamos de cerrar los partidos». No obstante, el zaguero de 37 años también da paso a la autocrítica y sostiene que «la realidad es que solo hemos ganado un partido y no podemos gastar energías en pensar que merecíamos más, tenemos que centrarnos en lo que viene».
Tres puntos vitales en juego
Las dos escuadras ocupan actualmente puestos que hacen encender todas las alarmas y solo piensan en saciar su gran hambre de victoria el próximo domingo. Asimismo, los dos capitanes vaticinan «un partido duro» y destacan el potencial de su rival. «El Portugalete es un equipo peligroso, muy difícil de meterle mano porque son muy sólidos, estamos buscando sus puntos débiles para sacar los tres puntos el domingo, que nos hacen falta», manifiesta Picón. Del mismo modo, Moya resalta que «los resultados del Barakaldo no son equiparables con la plantilla que tienen, son auténticos jugadorazos». «Vamos a venir aquí con humildad a intentar ganar con nuestras armas», amplía.
Ambos clubes tienen mucho en juego. Tanto el Barakaldo como el Portugalete quieren salir de la zona baja de la tabla de inmediato y controlar el factor psicológico puede ser determinante en la búsqueda de los tres puntos. Los dos futbolistas coinciden en que la ansiedad jugará un papel clave en el devenir del choque. Por ello, «el que menos errores cometa se llevará el gato al agua», concuerdan los capitanes. El partido del domingo puede ser un punto de inflexión para uno de los dos equipos, por lo que todo apunta a que se vivirá un derbi muy emocionante en lo deportivo, aunque agrio por la falta de ambiente en las gradas.