Un equipo muy reconocible también en el play-off
fernando romero
Domingo, 16 de mayo 2021, 01:37
El Amorebieta se ha metido en las finales por el ascenso a Segunda División siendo la versión más reconocible de sí mismo. Lo que ha ... venido demostrando durante toda la temporada, pero dando un paso más allá. Iñigo Vélez reclamaba a los suyos en la previa hacer «un partido perfecto», y podría decirse que estuvo cerca de hacerlo. Hizo especial hincapié el míster en el hecho de ser capaces de generar peligro. A su estilo, claro. Una manera de ver y jugar al fútbol que pasa por el trabajo del grupo, en el que todas las piezas deben funcionar a la perfección para que la máquina funcione.
Solventes a la hora de defender, incisivos a la hora de presionar y, sobre todo, con mordiente arriba. A un equipo tan sólido como el Linares, que solo había concedido 17 goles a lo largo de todo el curso, los azules fueron capaces de generarle un buen puñado de ocasiones muy claras. Porque los de Urritxe es cierto que no llegaron con demasiada asiduidad a la portería defendida por Razak, pero cada vez que lo hicieron fue con un peligro tremendo.
La menos clara, de hecho, fue la que les sirvió para abrir el marcador. Un balón luchado por Orozko y que recogió el más listo de la clase. Mikel Álvaro, curtido en mil batallas, apareció para meter la pierna y empujar la pelota al fondo de las mallas.
Tras el paso por vestuarios, el rodillo azul volvió a funcionar para generar lo que pudo haber sido el 0-2. Y, una vez más, de la mejor forma que sabe hacer daño este Amorebieta. Con Orozko en la pelea con los defensas para servir en bandeja el gol a Iker Unzueta. El de Abadiño, sin embargo, falló a puerta vacía en segundo palo. El 7 azul tampoco se vino abajo, y no tardó en encarar de nuevo a Razak para que el guardameta se luciera.
Tras el empate, el Amorebieta siguió fabricando ocasiones gracias a la labor de su línea de ataque, una vez más muy trabajadora y con futbolistas que conocen perfectamente su oficio. Esta vez se intercambiaron los papeles, y fue Mikel Álvaro quien asistió a Orozko para que éste anotara el segundo gol. También el segundo para él en la temporada. Y pudieron ser más. Koldo Obieta, que entró de refresco, gozó de su oportunidad para marcar. También Ekaitz Molina mandó por encima del larguero un cabezazo en área pequeña, aunque muy forzado. Y todo ello ante un rival que presumía de ser una fortaleza defensiva.
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