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Jornada 35

El Real Madrid tropieza cuatro veces con la misma piedra

Ancelotti no supo frenar el rodillo del equipo de Flick en media hora arrolladora que desequilibró el clásico

Daniel Panero

Domingo, 11 de mayo 2025, 18:42

El aficionado del Real Madrid vivió este domingo una pesadilla que ya se ha vuelto recurrente. Se levantó de su asiento con sofocos, envuelto en sudor y viendo una vez más cómo el Barcelona pasaba por encima de su equipo en un abrir y cerrar de ojos. Y es que la historia de los últimos clásicos se repitió en el Lluis Companys por desgracia para los de Carlo Ancelotti, que evidenciaron no tener una fórmula para cambiar la inercia de un partido que, por momentos, se jugó en una sola dirección. Es el cuarto tropiezo con la misma piedra ante el equipo de Hansi Flick.

De poco sirvió que Ancelotti dijera en la previa aquello de que «si los jugadores me hacen caso, va a salir bien». Poco caso le debieron hacer a tenor de lo que ocurrió en cuanto Mbappé puso el 0-2 en el marcador. El Real Madrid se vio superado durante media hora en todas las facetas del juego. Fue inferior físicamente pese a que los azulgranas llegaban de una paliza en Milán, fue superado tácticamente por un rival que parecía tener más futbolistas sobre el terreno de juego y fue superado especialmente por espíritu. Los blancos parecieron no tener alma suficiente para defender la ventaja en el marcador y sucumbieron ante un vendaval similar al del 0-4 en el Bernabéu o el 2-5 en la Supercopa de España, dos repasos que ya no son una rara avis.

Y es que el meneo táctico de Flick a Ancelotti en ese lapso fue total. Los culés ahogaron al Real Madrid en campo rival y Asencio, Tchouaméni, Valverde y compañía no encontraron ninguna salida para escapar de la emboscada. Probó el técnico italiano con varios ajustes, pero ninguno sirvió para cambiar el guion de un partido ya conocido. Ante la falta de ideas, Valverde hasta llegó a sacar de puerta para llevar el balón lo más lejos posible y tratar de estirar a un Barcelona instalado permanentemente en campo rival. Esa idea de Ancelotti tampoco funcionó y solo sirvió para entregar el balón aún más rápido a los de Flick.

Esa media hora de apisonadora, en la que los culés anotaron cuatro goles, dejó señalado a Ancelotti, que se despidió de los clásicos con una nueva debacle, pero también a sus jugadores. Al Real Madrid le faltó actitud para ganar los duelos y también concentración para sostener el ritmo alto de su rival. Cada balón dividido fue culé por tener un mejor posicionamiento, pero también por convicción. Así, Ceballos quedó diluido, Valverde persiguió sombras y aparecieron los errores infantiles como perseguir únicamente al poseedor del balón o no tener comunicación suficiente como ocurrió en el tercer gol culé tras un error entre Ceballos y Mbappé.

Defensa superada

Ancelotti recurrió de nuevo a una defensa de emergencia por la mala planificación y por las lesiones de jugadores como Carvajal, Militao, Alaba, Rüdiger o Mendy y su equipo lo notó. Lucas Vázquez quedó señalado en varias acciones y en especial en el cuarto gol, Asencio y Tchouaméni sufrieron ante la movilidad de Ferran Torres y Fran García no pudo desplegarse en ataque, demasiado condicionado por la calidad de Lamine Yamal.

El resultado fue una defensa con pies de barro y que se sumó al desconcierto general de un equipo que ha recibido 16 goles esta temporada en los cuatro clásicos que ha disputado. La peor despedida posible para Ancelotti, incapaz de frenar el aluvión azulgrana.

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