Una Liga huérfana de estrellas
Austeridad. La salida de Messi del Barcelona provoca que la competición española pierda valor en un curso sin grandes inversiones y en el que el público vuelve a las gradas
Ahora que las perseidas iluminan las noches del verano, la Liga inicia el campeonato casi a oscuras, sin estrellas como Messi o Cristiano que convirtieron ... el campeonato español en el faro del fútbol mundial. Hay un consuelo en estos tiempos de pandemia: el regreso, aunque parcial, del público a los estadios tras año y medio de gradas vacías. Con el 30% del aforo, los campos asistirán desde este fin de semana a un torneo empobrecido frente a ligas como la Premier inglesa, la Bundesliga alemana e incluso la competición francesa, que alineará en el PSG a Messi, Neymar y Mbappé. En un entrenamiento de los galos habrá más estrellas que en la Liga, que, además, inicia el curso dividida por la posible venta del 11% de su negocio a CVC, un fondo de inversión. El fútbol español tendrá que asumir que ya no es lo que hace nada era. Se le apaga su estrella.
La marcha de Messi, contra su voluntad, al PSG es el síntoma de una decadencia. El Barça no podía pagar el sueldo de su gran leyenda. Un vistazo a la lista de fichajes de los clubes españoles resulta desolador. El Barcelona, que no puede pagar ni la plantilla que tiene, ha recurrido a jugadores que acababan contrato en sus clubes como Memphis Depay y el Kun Agüero, quien, por cierto, quiere irse después de la salida de su colega Messi. El Real Madrid, que descartó renovar a su gran capitán, Sergio Ramos, lo ha sustituido por Alaba. Y tiene, por contrato, que recuperar a Bale, una sombra de lo que fue. El Atlético de Madrid, el que más ha gastado, se ha reforzado con De Paul. Poco más.
Mientras, el cielo de la Premier completa su constelación con Lukaku, que va al Chelsea por 115 millones; con Lautaro, que recala en el Tottenham por 70, y con el traspaso de Grealish desde el Aston Villa al City por 117. En 2016, el Barça presumía de su tridente, Messi, Neymar y Luis Suárez, frente al trío estelar del Madrid, Cristiano, Bale y Benzema. El delantero francés y Modric, a punto de cumplir 36 años, son ahora los mejores futbolistas de un torneo que tiene a un guardameta como Oblak y a jóvenes ilusionantes como Pedri y Ansu Fati. Aunque sobre estos talentos emergentes planea una amenaza: ¿tendrá el Barça poder económico para retenerlos si vienen a por ellos la Premier o el PSG?
Que Messi se vaya contra su voluntad del Barça es el síntoma de la decadencia de la Liga española
En este punto, en la financiación, se enmarca el conflicto interno en la Liga. El organismo que preside Javier Tebas ha aceptado la oferta de un fondo de inversión, CVC, para ceder los derechos del 11% de sus beneficios durante los próximos 50 años. A cambio, recibirá 2.700 millones. Se activaría así, según Tebas, la contratación de nuevas estrellas y, por tanto, aumentaría el atractivo mediático del campeonato. Eso revalorizaría el producto y crecerían los beneficios por la venta de derechos audiovisuales.
Pero el Real Madrid, que irá a los tribunales, y el Barça no lo ven así. La crisis económica del fútbol español es tan profunda que ha unido a dos enemigos irreconciliables. Han hecho sus cálculos y dicen que CVC rentabilizará su inversión en apenas 15 años. Luego, hasta cumplir 50, todo serán beneficios para el fondo y, por tanto, menos ingresos para los clubes. Pan para hoy y hambre para mañana. Lo que ocurre es que muchos equipos, asfixiados por las deudas, no se pueden permitir pensar en lo que sucederá en dos o tres décadas, sino en llegar a fin de mes. Así, dividido y empobrecido, afronta el fútbol español el inicio de la temporada.
Tiene al menos algo a lo que agarrarse. Vuelve el público. Habrá ingresos por taquilla y los hinchas se conectarán de viva voz con sus equipos. En este fútbol de exposición mediática global y en plena transformación digital, se ha echado de menos el calor humano robado por el virus. Retorna la afición... aunque a un campeonato que se ha quedado sin estrellas. A las perseidas las llaman 'Lágrimas de San Lorenzo'. la Liga llora sus ausencias.
De Paul, con 35 millones, el fichaje más caro
Lejos quedan los tiempos que los equipos españoles se gastaban 135 millones para fichar a Coutinho y Dembèlè, o 127 para reclutar a Joao Félix. El fichaje más caro de lo que va de mercado de verano es Rodrigo de Paul, que ha costado 35 millones#al Atlético. En el lado de las salidas, Bryan Gil, con sus 25 millones del Sevilla al Tottenham.
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