El Eibar considera los pagos del Barça a Negreira «muy malos para el fútbol»

Son las contundentes declaraciones que la máxima responsable de la entidad eibarresa ha realizado este lunes en Bilbao, en un acto organizado por EL CORREO en el Museo Guggenheim. De este modo, el Eibar se convierte en el segundo club del fútbol profesional español en rechazar oficialmente el caso, tras el comunicado enviado por el Sevilla esta misma mañana.

Gorostiza ha reconocido que no se puede ahondar mucho más «porque es un asunto que está siendo investigado», pero ha afirmado que es algo que nos hace mucho daño. La instrucción afecta a los pagos realizados por el F.C. Barcelona por un total de 7 millones de euros a José María Enríquez Negreira durante los años en los que ostentó la vicepresidencia de Comité Técnico de Árbitros. Se trata de unos encargos que están siendo investigados y sobre los que la entidad catalana no ha aportado contrato escrito.

Sobre la posibilidad de que puedan salir más casos de otros clubes que hubieran incurrido en la misma práctica, la presidenta del Eibar ha señalado que «no sabemos», pero recordó las palabras de uno de los históricos del arbitraje español, Juan Andújar Oliver, que además compartió condición de colegiado con Enríquez Negreira y que señaló «que sigan tirando del hilo». Una velada referencia a la posibilidad de que pueda haber más equipos con las mismas prácticas.

El denominado 'Barçagate' ha puesto patas arriba la Liga sembrando la sospecha sobre unas asesorías que el dirigente de los árbitros facturaba a través de una empresa que figuraba a nombre de su hijo. Informes sobre colegiados que se realizaban sin que el F.C. Barcelona haya presentado contrato firmado y sin que, tampoco, se hayan documentado por escrito los trabajos realizados.

Se han documentado en la instrucción hasta 33 pagos del Barça entre 2016 y 2018 cuando, una vez que Enríquez Negreira abandonó el cargo en el órgano de los árbitros, se cortó la relación. Los hechos, al menos en el ámbito deportivo, habrían prescrito al haber pasado más de tres años, pero han generado una grave preocupación en el mundo del fútbol ante la posibilidad de que fuera una práctica empleada por otros clubes.