Vitoria celebra la Eurocopa para La Roja
Alrededor de un millar de aficionados a la Selección española sigue el encuentro en la pantalla gigante de Santa Bárbara
«¡Somos campeones de Eurooooopaaaaa!», canta Vitoria al son de toda España. La Roja ha ganado 'la cuarta' y la capital alavesa ha vibrado durante ... toda la final. El gol de Nico Williams ha sido solo el preludio de la fiesta, sufrida, que se ha desatado después. Con el tanto de Oyarzabal, la parada con la cabeza de Dani Olmo que vale como un gol y, especialmente con la explosión tras el pitido final.
Alrededor de un millar de personas se han acercado este domingo a seguir la final la Eurocopa entre España e Inglaterra en la Plaza Santa Bárbara. El Ayuntamiento instaló ahí una pantalla gigante que empezó a proyectar la retansmisión en el momento del 'God Save the King', cinco minutos antes de un inicio amenizado por un DJ.
A ritmo de la sintonía de Oliver y Benji y la 'Potra Salvaje', la canción del verano, el espacio se ha ido poblando de hinchas que siguen el encuentro de pie. No era difícil. Tanto porque 'La Roja' ha vuelto a enganchar a sus aficionados por su futbol alegre y vertical como porque la pantalla se situaba en el centro de la plaza, a escasos metros de la pérgola y mirando a la sede de EH Bildu, con lo que tampoco permitía una excesiva asistencia.
Con presencia de casi las mismas camisetas rojas de España como amarillas de Colombia, que esta noche disputa la final de la Copa América, Vitoria disfruta de la final de la Eurocopa. También hay elásticas de Inglaterra y Argentina. Todas las finalistas representadas y conviviendo en son de paz entre el despliegue policial.
Sin ningún incidente durante los noventa minutos, el cerca de millar de aficionados, en pie en todo momento, arrancó con alguno de los vitores típicos de los españoles. El «A por ellos» y gritos de «España, España» fueron desapareciendo durante una primera parte en la que los hombres de Luis de la Fuente no lograron abrir el cerrojo inglés. La parada del alavés Unai Simón en el descuento recibió los aplausos como si de un gol se tratara.
Algunos aficionados estaban hidratándose en los bares de alrededor cuando Nico Williams puso patas arriba la Plaza Santa Bárbara. España asedió en busca del 2-0 cuando llegó el primer cambio del técnico riojano. Álavaro Morata se retiró con la ovación sincera (o lo parecía) de los seguidores vitorianos. La tensión se palpaba con el paso de los minutos, con un nutrido grupo de ingleses, una docena, ruidosos y alegres, parte de ellos procedentes del Ironman, se hicieron valer e impusieron sus proclamas.
Especialmente con el gol de Palmer. Un jarro de agua fría al que Vitoria se repuso al mismo tiempo que la selección. Ya en los últimos minutos, llegó el gol de Oyarzabal. Ese del que dentro de unos años, todos los presentes en la Plaza Santa Bárbara recordarán con quién estaban y cómo lo vivieron. El árbitro señaló el final casi al mismo tiempo que la cuanta atrás que coreó toda la plaza. La locura estalló en el centro de Vitoria. Se derribó la valla protectora de alrededor de la pantalla gigante y se encendieron dos bengalas. España acaba de ganar la Eurocopa.
El Consistorio ha elegido Santa Bárbara en sustitución a otros emplazamientos más habituales, como la plaza de España, la Virgen Blanca o los Fueros. Estas tres ubicaciones están ocupadas por el Ironman que se disputa este domingo en la ciudad.
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