Fiesta de fin de curso con valores

El polideportivo de Sologana, en Durana, se convirtió el pasado sábado en el escenario de la fiesta de fin de curso del club Araski que, como no podía ser de otra manera, tuvo al baloncesto como eje central. Pero además de despedir la temporada, la jornada acogió el II Encuentro por la Integración que organiza el Ararteko con el objetivo de fomentar la tolerancia y la igualdad entre los y las más pequeñas.

«Este año quisimos enfocarlo a la igualdad de género», explica Julia Hernández, adjunta al Ararteko. Por ello, desde el club propusieron hacerlo coincidir con el encuentro anual previo al comienzo del verano. Una actividad que ya se ha convertido en tradición en la entidad vitoriana y con la que aprovechan para reforzar los lazos y las relaciones entre todas las personas que conforman el Araski, desde jugadoras, hasta técnicos y familiares.

«Llevamos cinco años organizando esta actividad y es una iniciativa muy bonita. Al crecer tanto el club, con equipos por toda la ciudad, se ha perdido un poco esa esencia tan familiar del principio y con días como este fomentamos que las jugadoras se conozcan y compartan momentos», relata Joseba Redondo, encargado de coordinar las actividades organizadas para las cerca de 150 niñas que no quisieron perderse el día.

Tratándose de un club de baloncesto, qué mejor manera que organizar un torneo con equipos formados por niñas de diferentes categorías, con una primera fase de todas contra todas y una segunda eliminatoria con semifinales y la gran final. «Cuando las mezclas, al principio están un poco cortadas, pero en cuanto se ponen a jugar, se empiezan a soltar. Sobre todo las más pequeñas, que son las más jetas y las que menos vergüenza tienen. La mayores enseguida se implican con ellas y es una manera de que tengan referentes», ilustra Redondo.

Después de los partidos de la mañana, comida popular y más juegos con el balón y las canastas como protagonistas. Un 'K.O.' multitudinario y un concurso de tiros por equipos abierto también a familiares de las jugadoras. Y, por supuesto, reparto de premios para concluir un día que coincidió con la entrega de trofeos de la Federación Alavesa de Baloncesto, en la que estuvieron presentes siete equipos del Araski.

Livia López, presidenta de la entidad vitoriana, reconoce que la idea de reforzar las relaciones internas del club persigue un objetivo más ambicioso a largo plazo, pero clave para fomentar el deporte femenino. «Queremos evitar que a medida que se hacen mayores, la niñas dejen de practicar deporte porque sus amigas no siguen», expone. «Si conocen a otras chicas y tienen relación con ellas, es más fácil que quieran continuar», concluye.

Con este tipo de encuentros, el Ararteko busca «fomentar los derechos fundamentales a través de la tolerancia y la igualdad», declara Julia Hernández. «Nos centramos en los niños porque es en estas edades cuando hay que inculcarles estos valores», considera. El año pasado organizaron el primero con el San Martín, centrado en la diversidad, y esperan seguir fomentando este tipo de actividades.