Una vuelta repleta de estrellas

- ¡Aló, aló, Madrid! ¿Qué novedades hay?

- Por ahora -le contestaron- sólo sabemos que Cañardo ha ganado la etapa.

- Si le pregunto a usted por el nuevo Gobierno, hombre de Dios...

- ¡Ah! De eso no nos hemos ocupado todavía.

El ciclismo era la gran sensación del día. La guerra que llegó enseguida y algún que otro parón por cuestiones económicas ralentizaron el despegue de la carrera, hasta que EL CORREO asumió su organización y la consolidó en el calendario internacional con las victorias de estrellas como Anquetil y Merckx. La Vuelta se convirtió en la gran fiesta popular de cada primavera. Ahora, trasladada al verano, conserva esa herencia y atrae, como en la edición que parte hoy con una contrarreloj de 7,1 kilómetros en Burgos, a buena parte de las grandes figuras del pelotón mundial: Primoz Roglic, Egan Bernal, Richard Carapaz, Mikel Landa, Enric Mas, Alejandro Valverde, Hugh Carthy, Tom Pidcock, 'Supermán' López, Adam Yates, Vlasov...

En la segunda edición, la de 1936, y para que los hinchas los reconocieran, los ciclistas españoles vestían de gris, los extranjeros iban de verde, el naranja distinguía al líder y el rojo, al farolillo rojo. Eso ha cambiado. Al revés. El rojo es ahora el maillot del primer clasificado. Así acabó Roglic la Vuelta de 2020 y también la de 2019. Busca el trío. Tres consecutivas, como Tony Rominger (1992-93-94) y Roberto Heras (2003-04-05, más la de 2000). Sólo el suizo, el bejarano y Alberto Contador (2008-12-14) tienen más de dos victorias. Y de ellos, el que más se parece a Roglic es Rominger.

Como Roglic, antiguo esquiador, Rominger se dedicó al ciclismo cumplidos los veinte años. Tampoco pudo con el Tour. Se cruzó con Induráin igual que ahora caen los que se cruzan con Pogacar. Y como Rominger, Roglic es un tipo determinado. Pura disciplina. Se fija un plan y lo cumple. Si cae, se levanta. Tras sus peores derrotas ha conseguido de inmediato grandes triunfos. Lo ha vuelto a hacer este verano. Perdió por una caída sus opciones en el inicio del Tour. Se retiró. Reapareció en los Juegos de Tokio y abrumó en la contrarreloj. Oro. Roglic no se viene abajo. Quiere su tercera Vuelta bien arropado por el equipo Jumbo.

Tan bien protegido como él se sienten los pueden ser sus rivales más próximos. Egan Bernal y Mikel Landa. El colombiano, ganador del Tour y el Giro, quiere completar la colección con su primera Vuelta. «El gran objetivo de mi carrera es lograr las tres grandes rondas. Aunque nunca he corrido dos la misma temporada», dice. En el Ineos tiene a su lado a Richard Carapaz, campeón olímpico de ruta y segundo en la Vuelta de 2020, a Adam Yates y a Pidcock. Casi a esa altura está el Bahrain de Mikel Landa, que regresa a la Vuelta seis años después y tras vencer la pasada semana en la Vuelta a Burgos. Allí enterró buena parte de las dudas que arrastraba por la caída que le había echado del Giro en mayo, cuando era uno de los favoritos. La Vuelta puede ser su redención. «Sé que no soy el mejor, pero también sé que puedo pelear por la carrera», avisó en EL CORREO.

No estarán solos. El Movistar acecha. «Hemos venido a ganar la Vuelta», advierte Enric Mas. «Es la carrera que más me gusta», recuerda Alejandro Valverde. «Va a ser la guerra», proclama 'Supermán' López. En la parrilla de salida están también Hugh Carthy, tercero en la pasada edición. Y Alexandre Vlasov. Y David de la Cruz. Y Bardet... Y velocistas como Demare, Matthews, Jakobsen, Molano, Aberasturi... La Vuelta más atractiva en mucho tiempo arranca hoy en Burgos con más público en la cuneta aunque sin olvidarse del coronavirus.