El Tour ya está en Bilbao

Acompañado del diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, Aburto recibió el testigo de manos de los ciclistas de ultrafondo Ziortza Villa y Julián Sanz, quienes salieron el domingo desde el corazón de París con destino a Euskadi con el trofeo de la prueba. Mil kilómetros en los que hicieron paradas en San Sebastián, Vitoria y Amorebieta antes de concluir en Bilbao. Son los cuatro puntos que serán salida y meta de las tres etapas vascas de la próxima ronda gala, que cumplirá 120 años y 110 ediciones.

Escoltados por un equipo de apoyo, los corredores llegaron junto al Puppy con algo más de una hora de retraso. Habían partido al amanecer desde Baiona, cruzaron la frontera por Irún y llegaron a San Sebastián. La capital guipuzcoana, llegada de la segunda etapa el 2 de julio y parte de la tercera el 3, tenía previsto recibir a Villa y Sanz a las diez de la mañana, pero finalmente el Centro Kursaal, iluminado de amarillo para la ocasión, dio la bienvenida a los deportistas a mediodía. Les esperaban el alcalde, Eneko Goia, y el diputado general, Markel Olano. Foto protocolaria y a la bicicleta de nuevo. No había tiempo que perder. Deba y Bergara vieron pasar a los ultrafondistas en su camino hacia la siguiente estación.

De color amarillo también se engalanó Vitoria, salida de la segunda etapa del Tour. Con todo preparado en la plaza de la Virgen Blanca, la ciudad recibió a los portadores del emblema, que estuvieron acompañados en ese tramo por una cara conocida como la del exciclista Joseba Beloki. Tres podios en París dan brillo a su currículum. El regidor, Gorka Urtaran, y Ramiro González, al frente de la institución foral, dieron una calurosa bienvenida a los ultrafondistas, que pusieron rumbo a Amorebieta, penúltima parada de la jornada y salida de la tercera etapa el 3 de julio hacia Francia. Tras dejar atrás Legutio, Otxandio, Dima y Lemoa, el alcalde Andoni Agirrebeitia les aguardaba en plenas fiestas del municipio. El largo y sinuoso recorrido estaba cerca de su esperado final en Bilbao, previo paso por Galdakao.

Calculada para las 20 horas, Villa y Sanz completaron el duro desafío pasadas las nueve, con el sol cerca de despedirse. Estampa inmejorable con el Guggenheim como telón de fondo. Ahí, frente al museo, partirá la primera etapa del próximo Tour, una obra de arte en el deporte de las dos ruedas. Bilbao en el escaparate internacional, otra vez. El homenaje a Vicente Blanco 'el Cojo', el primer participante vasco en el Tour, allá por 1910, se había completado. Seguro que el bilbaíno, que tuvo que abandonar aquella edición tras una infernal primera etapa de pavés, estaría orgulloso.

Bajo los lemas 'Ongi eTOURri' y 'The Bike Country', Bilbao acogió a los ciclistas y recibió un trofeo que se puede visitar desde hoy en la Oficina de Turismo de la Plaza Circular, en horario de 9 a 19.30. Había máxima expectación por ver a la comitiva encabezada por Villa y Sanz. Alrededor de doscientas personas se agolparon en torno al Puppy y dedicaron vítores a los ciclistas, que entraron por la rampa del Puente de La Salve agarrando el emblema del Tour. Pancartas, globos y multitud de vítores como «Txapeldunes» y «Gora Ziortza eta Julián» profesaron los fieles que no dudaron en retrasar la hora de la cena para disfrutar de un momento único en Bilbao. Niños, familiares, amigos y hasta varios grupos de cicloturistas como el de Deusto JM, con el que Ziortza Villa tiene una especial relación. «Se lo merece después de una carrera fenomenal», comentaba uno de los miembros.

«La ciudadanía bilbaína está de enhorabuena, el Tour ya está en Bilbao. Ahora nos queda un año largo de mucho trabajo y vamos a dar el do de pecho. Ziortza y Julián han conseguido un hito impresionante», promulgó un eufórico Aburto en declaraciones a EL CORREO tras felicitar a los protagonistas. Iñaki Erdoiza, vicepresidente de la Federación Vasca de Ciclismo y miembro de la expedición, puso en valor el «gran trabajo» que han realizado las once personas que han compuesto el equipo. «Todo el aprendizaje de tantos años de competiciones se ha podido volcar aquí», declaró satisfecho Sanz tras llegar a meta. Ilusión radiante también desbordó Villa: «Ya estar en París fue súper especial. El viaje ha sido muy bonito y la verdad es que ha sido una experiencia maravillosa».