Oro para la generosidad de Omar Fraile
El ciclista de Santurtzi inició el sprint del Campeonato de España para lanzar a Aranburu, pero nadie pudo remontarle
Era el momento de la asfixia, lenta. Los ciclistas subían hacia la meta de La Nucia (Alicante) con la lengua en la mano. Peces fuera ... del agua. Alex Aranburu y Gonzalo Serrano, los dos más rápidos, calculaban las pocas bocanadas de aire que les quedaban. De Aranburu tiraba, como siempre, Omar Fraile. Generoso. El ciclista de Santurtzi, manos grandes de sus tiempos de remero, le daba oxígeno a su líder. Boca a boca. De la pancarta, al fondo, colgaba la medalla de oro en el Campeonato de España. Fraile se dedicó a su oficio: gastarse por su líder. Se levantó del sillín y se echó sobre el manillar para lanzarle en el sprint. Agónico tras el repecho. Ya pedaleaba sin aliento cuando escuchó una voz por la emisora interna del Astana. «¡Sigue! ¡Sigue». Obedeció a su director. Siguió. Suyo era el poco aire que quedaba en el cielo de La Nucia. Ni Herrada (plata), ni su compañero Aranburu (bronce) tuvieron fuelle para remontarle. Fraile ganó casi sin querer. Y, claro, así y tras dos años sin levantar los brazos, sabe aún mejor.
El Campeonato de España de ruta premió la entrega y el compromiso de Fraile, profesional ejemplar. Fue la victoria de la generosidad. Recuperó en la recta final la pegada con la que ha ganado etapas en el Tour y el Giro y ya es el campeón España. La sonrisa de Omar en la meta era de oro. Plena. Se une a la breve lista de corredores vizcaínos que han vencido en esta carrera, como Vicente Blasco, 'El Cojo', en 1908 y 1909, Federico Ezquerra (1940), Luis Pedro Santamarina (1967) y el vasco de adopción Eulalio García (1981). Omar Fraile, antiguo remero de 'la Sotera', lucirá ese maillot en el próximo Tour de Francia, que arrancará desde Brest el sábado.
Todos corrían este domingo en casa. La sierra de la Marina Baja alicantina es el refugio del ciclismo mundial en invierno. Por ahí, por los altos de Tudons y Confrides donde tantos corredores hacen los test de pretemporada, salió la carrera, de 183 kilómetros y 4.600 metros de desnivel. Un día de montaña. En un escenario así, silvestre, indomable, no es fácil mantener el control. Y se adelantó un grupo con Ibon Ruiz, Irisarri, Azparren, Fuentes, González, Lazkano... La fuga duró hasta el segundo paso por la cuesta de Turrón Duro. Dura de verdad. Hasta que Pello Bilbao decidió reventar el campeonato a 50 kilómetros del final.
El vizcaíno del Bahrain hizo primero la selección, redujo a tajadas el pelotón y luego se largó. Poderoso cuesta arriba y perfecto hacia abajo, alcanzó a los dos últimos de la fuga, Ruiz e Irisarri. Pello, sin gregarios, corría solo contra todos. Se atrevió. No le salió en esa ocasión. Le cazaron. Así que volvió a intentarlo cuando Ion Izagirre arrancó en un repecho. Con ellos dos se fue Pedrero. La exigencia del terreno, sube y baja, era máxima. Empezaba a escasear el aire. Parecía más una carrera amateur, alocada, sin bozal. Abierta. Emocionante. De ver sin pestañear.
Omar Fraile sufrió calambres y tuvo que frenar durante la carrera para hidratarse
Carrera muy dura
Desde su accidente de tráfico a finales de 2018 no había vuelto a levantar los brazos
Recuperado
Pello Bilbao y Okamika brillan
Tampoco le funcionó bien esa jugada a Pello. El Astana y el Kern Pharma comenzaron a imponer al fin su mayoría en el grupo. El equipo kazajo lanzó a Omar Fraile y el conjunto español, a Roger Adriá. Buenas bazas. Se les unió Carlos Rodríguez, el andaluz del Ineos. Tres en fuga en busca de tres medallas. Todo cuadraba. Salvo por una cosa. Pello no permitió que tomaran distancia. Con el mar de Benidorm al fondo y el paisaje refrescante de los frutales, la carrera era un puro incendio. Y en ese volcán de ataques insistieron Adriá y Fraile, que, de repente, tuvo se frenarse por unos calambres. Piernas tiesas, de madera. El pelotón sudaba a chorros y se quedaba sin las sales minerales que engrasan los músculos. Adriá siguió adelante, ya solo, con algo más de 20 kilómetros hasta La Nucia.
¿Y quién salió a por Adriá? El de siempre. Pello Bilbao. Infinito. De nuevo, los mejores se juntaron: Omar Fraile y Luis León (Astana), Pello Bilbao (Bahrain), David de la Cruz (UAE), Carlos Rodríguez (Ineos), Julen Amezqueta (Caja Rural), Roger Adriá (Kern Pharma), Gonzalo Serrano y Pedrero (Movistar), Jesús Herrada (Cofidis) y Marcos García (Kinan). Se añadieron luego el triatleta vizcaíno Ander Okamika (espléndido y séptimo al final), Ion Izagirre y Alex Aranburu, la gran carta del Astana. El circuito era tan exigente que nadie podía domesticarlo.
El Astana, que lucía mayoría, movió otra ficha. Luis León. Atacó en el repecho del primer paso por La Nucia. Serrano, Herrada y Martín se subieron a ese viaje. Una vez más fue Pello el que se desgastó en la persecución. El ciclista de Gernika impuso el orden, aunque sólo por un momento. El Astana siguió atizando con Ion Izagirre y con Luis León. Aunque tampoco rompió con esos mordiscos el campeonato. Así que el conjunto kazajo cambió de registro y se dedicó a controlar para ganar en el muro final con Aranburu, su rematador. Eso pensaba también el Movistar con Serrano. Son dos jóvenes con pegada.
El Astana se colocó en fila. Ion Izagirre, Luis León, Omar y Aranburu. Nadie pudo saltar esa barrera. A Omar, que había tomado un tragos con sales para apagar los calambres, le tocaba el último turno de trabajo. El lanzamiento. Pero iba tan fuerte que ni su líder, Aranburu, pudo remontarle. «¡Sigue! ¡Sigue!». Y así ganó cuando menos lo esperaba. Sus compañeros, por los que tanto pedalea a diario, corrieron a abrazarle. Todos, hasta los rivales, sonreían por Omar. Y Eva, su mujer, le besó y se emocionó con él. Los dos han recorrido juntos el largo camino desde aquel accidente de tráfico en diciembre de 2018 del que casi no salen.
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