«Llevaba tanto tiempo sin ganar que no sabía ni si levantar los brazos»
Omar Fraile, nuevo campeón de España ·
Este triunfo relanza la carrera de un corredor que tiene en su palmarés etapas en el Giro y el Tour, donde estará desde el sábado para buscar otra victoriaCon el triunfo aún latiendo en el pecho del que colgaba la medalla, Omar Fraile (Santurtzi, 30 años) cuenta cómo se desarrolló el Campeonato de ... España que le ha cubierto de oro tras dos temporadas de sequía. Por eso, por la espera y por ser inesperado, su emoción era doble.
-Ha sido una carrera sin dueño, a lo loco, como de categoría juvenil.
-Los campeonatos de España son siempre sí, una locura. Había que salir a mil ataques. Mi equipo, el Astana, era mayoría en el grupo y hemos cogido la responsabilidad. Queríamos llevar la carrera atada. Hemos sacrificado al principio a Javi Romo, que viene de una caída, y luego a Óscar Rodríguez, y nos ha salido bien ese planteamiento.
-Aunque el final ha sido puro descontrol.
-Ataques y ataques. Nosotros lo hemos probado con Ion Izagirre, con Luis León y conmigo. Pero nos cogían, así que hemos optado por controlar para el sprint de Alex Aranburu.
-Cuando iba en fuga con Roger Adriá, se ha parado, ¿por qué?
-Porque me han dado calambres. Íbamos todos igual, tocándonos las piernas. Todos con calambres por el calor y la humedad. He tenido que beber un bidón que me han dado desde el coche neutro y otro del equipo, y me he recuperado.
-Desde luego. Ha derrochado potencia en el repecho que iba a la meta de La Nucia.
-Es que el día había sido muy duro y todos íbamos muy castigados. Mi labor ahí era lanzar a Aranburu, pero se ha visto que yo tenía un punto más de fuerza. Quizá porque había gastado menos, y he conseguido la victoria.
-¿Cuando, ya en la recta final, se ha lanzado hacia la pancarta pensaba que podía ganar?
-Tiraba para ganar con Alex. Venía lanzándole en los 200 metros finales. En un momento he estado a punto de sentarme, pero justo me han dicho por la emisora que siguiera, que siguiera... y mira.
«Ganar esta carrera es muy especial. Estaba ansioso por volver a vencer»
La clave: con remate
«Había perdido el instinto»
-Una victoria inesperada sabe aún mejor.
-Así es. Y se lo agradezco al equipo. A veces, las cosas pasan así. Todos se han sentado y yo he tenido una gota más de fuerza para seguir esprintando.
- Era un ganador, con triunfos de etapa en el Giro y el Tour, pero llevaba dos años sin victorias, reconvertido en uno de los grandes gregarios del pelotón.
-Pues sí. 2018 fue un gran año para mí (ganó etapas en el Tour, la Itzulia y Romandía) pero sufrí un accidente de tráfico y me costó mucho recuperarme de la espalda. Me adapté y no me importó trabajar para mis líderes. Me siento orgulloso de esa labor. Aunque es verdad que había perdido un poco ese instinto del ganador. Esta temporada he notado un paso adelante y hoy (ayer), trabajando para un compañero, el ciclismo me ha premiado con un campeonato de España. Cuando haces las cosas bien siempre recibes la recompensa.
-¿Qué ha sentido al levantar los brazos otra vez?
-No me lo creía. Veía la meta, que ganaba el campeonato, y no sabía ni si levantar los brazos. Hacía tanto tiempo que no los levantaba... Estaba tan emocionado. No daba crédito. Otras veces llegas en fuga y te da tiempo a pensar en la victoria. Hoy no. Estaba tirando para otro, para Alex. Iba tranquilo, pensando en abrirme a un lado para dejarle pasar. Por eso ha sido tan emocionante.
-El próximo sábado iniciará el Tour reforzado anímicamente.
-Ya sabía que iba a llegar bien al Tour. Me estoy encontrando en muy buena forma. Este triunfo es muy especial. Estaba ansioso por volver a ganar. Lograrlo es como la luz que me faltaba para coger más motivación.
-El Astana no tiene un líder para luchar por la general del Tour. ¿Tendrá libertad para buscar una etapa?
-Sí, esa es la idea, que cada uno busque su día, su oportunidad. Vamos con muchas ganas.
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