Samuel y el último triunfo en casa del Euskaltel
El campeón olímpico recuerda las victorias en las etapas de Arrate y Oñati con las que ganóla Itzulia de 2012
Era Sábado Santo. Aún no llovía. Miguel Madariaga subió desde Oñati hasta la Basílica de Arantzazu. Es creyente. A pedirle a la Virgen por su ... equipo, el Euskaltel-Euskadi, y por Samuel. Pidió y fue escuchado. Esa tarde, ya bajo la lluvia, se iba a disputar en Oñati la contrarreloj final de la Itzulia 2012. El triunfo, en la etapa y en la vuelta, fue para Samuel, por delante de 'Purito' Rodríguez y el holandés Bauke Mollema. «Ya estoy en paz conmigo y con la afición», declaró entonces el campeón olímpico. Aquella fue la última victoria del conjunto vasco en la Itzulia (Iban Mayo la había ganado en 2003). La escuadra desapareció un año después y ahora, al fin, regresa en la edición que partirá desde Bilbao el lunes, dos días después de otro Sábado Santo.
Samuel ya disfruta de su retiro entre Oviedo y las bicicletas de su escuela ciclista, y Baqueira y sus excursiones como monitor de esquí. Al otro lado del teléfono recuerda al detalle todas sus participaciones en la Itzulia. Aún le duele la de 2006. «Llegamos Contador y yo empatados a la 'crono' final en Zalla y los dos nos quedamos fuera del podio. Ganó Marchante. Ahí sí que tenía nervios. Yo había vivido en Güeñes. Estaba en casa, ante los míos. Es la peor mala pasada de mi carrera deportiva», rebobina.
«Perder la edición de 2006 en la 'crono' final de Zalla, ante mi gente, es de lo peor que me ha pasado»
mal recuerdo
Lo compensó seis años después con el triunfo en 2012. La tercera etapa acababa en Arrate. Ya había ganado allí en 2010 y 2011. Dominaba el escenario. Esa mañana le dijo a uno de sus auxiliares, Caravaca, que no metiera su maleta en el autobús, sino que la llevara en coche directamente a Arrate. Quería tenerla allí para coger ropa seca y acicalarse antes de subir al podio. Listo para la foto. «Me gustaba tener todo bajo control. Sabía que mis números entrenando eran muy buenos. No podía fallar. Sabía que iba a ganar», repite. Lo hizo.
Llegó a la cima de Arrate con 'Purito' y Horner. Quedaba bajar hasta el Santuario. La curva final. Su propiedad privada. «Todos sabemos que hay que entrar primero en esa curva. El único que ha entrado allí primero y no ha ganado es 'Purito', pero es que le batió Valverde. La bala matadora está en ese giro. Si no tocas el freno y le echas bemoles, ya tienes la carrera en la mano. Vas a más de 60 por hora y no hay quien te adelante». Nadie le pasó y levantó tres dedos. Uno por cada victoria en Arrate.
Y también venció en la 'crono' del último día, en Oñati: una locura de 18,9 kilómetros de asfalto calado, estrecho, bacheado, con decenas de badenes, con repechos y bajadas de vértigo. Tomás Amézaga, el mecánico, desinfló un punto los tubulares. Por el agua. Así agarran mejor. Pero sin pasarse. Sin presión, hay más riesgo de pinchazo. Sábado Santo, sábado de gloria. «Ya era un ciclista experimentado y no tenía los nervios de un debutante. No se me podía escapar aquella Itzulia. Desde el primer día mi intención era jugármelo todo en la 'crono' final. Defender el liderato desde el inicio en una carrera como la Itzulia es muy difícil. Hizo mal tiempo además. Guardé todas las fuerzas que pude y llegué con opciones a esa 'crono'». Pudo con Mollema, Martin y 'Purito'.
«Me gustaba tener todo bajo control. No podía fallar. Sabía que iba a ganar ese día»
Arrate en 2012
«Fue una liberación»
El Euskaltel atravesaba un momento crítico. Su futuro era incierto. Aquel logro parecía el salvavidas. «Sentí alivio, una satisfacción enorme al ganar la carrera de casa después de tanto tiempo. Los que vivimos lo que significa este equipo sabemos lo que se siente. Fue una liberación. La Itzulia es una carrera a la que muchos extranjeros no quieren venir por lo dura y difícil que es. Te quedas fuera a la mínima». El conjunto naranja corrió una edición más, la de 2013, sin lograr ninguna victoria, y desapareció.
El lunes regresa a la Itzulia. Desde la distancia, Samuel nota el cosquilleo de este reencuentro. «Es muy gratificante que vuelva la marea naranja. Los chavales tienen ahora una meta para ser profesionales. El Euskaltel fue una referencia de la que salieron ciclistas que hoy siguen como Castroviejo, Landa, los Izagirre, Bilbao...», apunta.
Y hasta lanza un consejo. «En esta Itzulia tienen que ser inteligentes. Su mejor ciclista es Bizkarra. Anda con muy buenas piernas. Creo que no deben cometer el error de buscar un puesto en la general con la cantidad de estrellas que vienen. Hay que reservarlo para la penúltima jornada, que seguro que llega una fuga a meta. Es el día para tratar de ganar una etapa». Como la que él se llevó en Oñati en 2012, la última en la Itzulia de este Euskaltel-Euskadi que ha renacido.
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