La Itzulia da una oportunidad al sprint si el viento lo permite

La Itzulia es una carrera prohibida para los velocistas. Con tanta montaña, ni siquiera se alistan en la ronda vasca. Huyen tan rápido como esprintan. Aquí no están ni Bennett, ni Ewan, ni Ackermann, ni Demare. Aunque si estuvieran, hoy podría ser su día. La quinta etapa es la única que puede terminar al sprint. Aunque, ante la ausencia de equipos con dorsales veloces, será difícil controlar las fugas. Y son muchos los que quieren fugarse. Además, la previsión meteorológica anuncia viento, del sur. Aire para la locura ciclista, para partir en rodajas cualquier pelotón.

La etapa no es larga, de 160 kilómetros. Pasa por San Sebastián y el zócalo costero hasta Zarautz para llegar por primera vez a Ondarroa. Luego vienen las subidas, todas de tercera categoría, a Mendexa, Gontzagaraigana y Urkarregi. Desde esta última cima quedan 30 kilómetros hasta la meta en Ondarroa, junto a Zaldupe, el campo del Aurrerá, que festeja su centenario.

Mikel Aristi (Euskaltel) y Jon Aberasturi (Caja Rural) tienen puestas sus esperanzas en ese probable sprint. Pero tendrán rivales, como Impey y Cort Nielsen, y también Alex Aranburu y Omar Fraile, el dúo del Astana que rompió y se llevó la segunda etapa de esta edición, la de Sestao.