El Euskaltel-Euskadi activa la marea naranja para darle color a la Itzulia que comienza el lunes

El Euskaltel-Euskadi le puso ayer nombre y color a la plantilla con la que competirá desde el lunes en la Itzulia. El director de la escuadra, Jorge Azanza, ha elegido a Mikel Bizkarra, Joan Bou, Carlos Canal, Asier Etxeberria, Unai Iribar, Txomin Juaristi y Gotzon Martín. Y, con el Guggenheim como marco, el equipo vasco presentó también la camiseta con la que vestirá la marea naranja, la incombustible afición de este proyecto deportivo que nació en 1994 con Miguel Madariaga, que se alejó de la élite en 2013 y que ha vuelto con la meta de instalarse de nuevo en la cima mundial.

El contrato de patrocinio de Euskaltel con la formación ciclista finaliza esta temporada. Pero hay voluntad de mantener el vínculo, como subrayó Xabier Iturbe, presidente de la firma de telefonía:«Para nosotros es un orgullo todo lo que representa este equipo. Es como la selección vasca en las competiciones de todo el mundo. Hubo un día en el que llegamos a lo máximo y ahora poco a poco vamos creciendo para tratar de volver a donde estuvimos».

Para el Euskaltel-Euskadi, la Itzulia es «nuestro 'txiki Tour'», destacó Jon Ander de las Fuentes, director de Euskaltel y director corporativo del grupo MásMóvil. «Es el gran objetivo de la temporada. Es la carrera de casa, con los mejores corredores del mundo y en el año en el que viviremos el privilegio de sentir el Tour en casa. Hay que aprovechar ese impulso», añadió. En esa línea se enmarca la recuperación de la camiseta naranja, tan conocida en las cunetas de la Grande Boucle. Durante esta edición de la Vuelta al País Vasco habrá puntos de reparto en las salidas, las metas y algunos puertos.

Otro sistema de clasificación

La ronda vasca es la gran carrera del año para el Euskaltel después de no recibir la invitación de la próxima Vuelta a España. Sin acceso a esa gran cita, el conjunto vasco tendrá que esperar hasta 2024 para volver a pelear por una plaza en la carrera organizada por Unipublic. Han cambiado, además, las normas impuestas por la Unión Ciclista Internacional (UCI). Para entrar en la pugna por una invitación, las escuadras de segunda categoría tendrán que estar en 2024 entre las 50 mejores del mundo. Ese límite se irá rebajando: un año después será entre las 40 y luego entre las 30.

Para eso, los equipos de menor nivel tendrán que reforzarse. Crecer. Es la única manera de competir por uno de esos huecos en el calendario de élite. El Euskaltel cuenta con la cantera vasca como granero de talento y tiene el apoyo de una afición fiel. En la presentación que tuvo lugar ayer en el Guggenheim, la plantilla que irá a la Itzulia (del 3 al 8 de abril) se puso la nueva camiseta de la marea naranja. Con ese uniforme, muchos aficionados darán color a las cunetas de la ronda vasca la próxima semana y también entre el 1 y el 3 de julio, en las tres etapas vascas del Tour de Francia.

Antes, desde este lunes, el Euskaltel-Euskadi se medirá a los grandes equipos del UCI WorldTour en la Itzulia, que arrancará con la etapa entre Vitoria y Labastida. «Vamos a competir con una plantilla compensada. Sabemos que es una de las carreras más difíciles para brillar, pero con nosotros la pelea está garantizada», animó Jorge Azanza.

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