Un bilbaíno al frente del Joventut
De Zabalburu ·
Juanan Morales preside desde 2017 el club badalonés, con el que conquistó la Copa de Europa y dos Ligas ACB como jugador en los 90josé félix cachorro
Sábado, 5 de marzo 2022, 01:19
A los 9 años Juanan Morales iniciaba, sin saberlo, su camino profesional y vital. Míchel Ureta, alma del baloncesto en el Loiola Indautxu, recientemente fallecido, ' ... fichó' en el patio del colegio a aquel chaval que sobresalía sobre el resto. Empezó en el equipo de minibasket y, años después, en un campus organizado por Aíto García Reneses, entonces técnico del Joventut, y Pepe Laso, el ya adolescente de 14 años daba el salto más grande de su vida. El entrenador badalonés pidió a la familia Morales Abrisqueta que Juanan se enrolara en el Joventut. Dicho y hecho. ¿Destacaba por su juego? «Se fijaron en mí porque era muy alto, básicamente, no por otra cosa», afirma con tono sincero y desenfadado el presidente del club catalán, rival mañana, a las 17.00 horas, del Surne Bilbao Basket en Miribilla.
La franqueza de este bilbaíno de 52 años persiste al repasar aquellos tiempos. «En mi primer día en Badalona me pregunté por qué me habían llevado allí si los demás jugadores eran muchos mejores que yo». No le costó alejarse de los suyos porque «creía que aquello iba a ser breve. Mi padre me dijo que hiciera lo que tuviera que hacer y que si no estaba a gusto, volviera a Bilbao». Juanan mejoró su juego y fue subiendo escalones en el Joventut. «No hice grandes planes y vi aquello como una experiencia. La familia venía a verme al menos una vez al mes. No voy a decir 'fue durísimo, las noches llorando...', no es verdad. Quizás sea memoria selectiva. Lo recuerdo como una época feliz». El chaval de Zabalburu, que vivía con una familia de Badalona junto con dos compañeros de equipo, hizo amigos en el baloncesto y en el colegio. «Entonces las clases eran de 45 alumnos; entre tantos era difícil no encontrar a gente con la que tuvieras afinidad».
Su progresión en La Penya fue un «proceso natural». En un partido homenaje al fallecido Enric Margall, hermano de los también baloncestistas Josep María y Narcís, el junior Juanan Morales fue convocado por el primer equipo verdinegro para sustituir a un jugador lesionado. En la segunda parte, el entrenador Alfred Julbe llamó al vizcaíno y le dijo: «En defensa no puedes fallar y en ataque, si tienes un tiro, lo tiras, Y así fue». Al año siguiente entrenó con el primer equipo, al que subieron seis juniors, «cosas que solo pasan en la Penya, donde estamos mal de la cabeza, je, je». Otro gran paso fue la llamada a la selección española para el Preolímpico de Seúl como relevo del lesionado Fernando Romay. Las imágenes de su terrible lesión de tobillo en el partido contra Italia fueron impactantes. Aquel percance le privó de acudir a los Juegos Olímpicos de 1988.
«No he sido un tío de gran talento, pero estoy orgulloso de haber jugado en equipos que peleaban por títulos»
un pívot reboteador
Disciplina
Pero la 'torre' de Zabalburu se repuso y fue partícipe del Joventut dorado, ganador de la Copa Korac (1990), dos Ligas ACB (1991 y 1992) y la Copa de Europa (1994), con los hermanos Jofresa, Jordi Villacampa y Ferran Martínez. Después llegó al Real Madrid y siguió en el PAOK Salónica, Baskonia, Panionios, Rimini y Olimpiacos. Sus 2,11 metros, su capacidad reboteadora y su disciplina le llevaron a conjuntos potentes. «Aunque no era anotador, mis entrenadores me valoraban para lograr objetivos ambiciosos. No he sido un tío de gran talento, pero estoy orgulloso de haber estado en equipos que peleaban por títulos», afirma el 57 veces internacional con España.
El bilbaíno cumplió en la cancha y respondió en los despachos. Su amigo Villacampa le pidió incorporarse a la directiva del Joventut. Morales lo hizo cuando peligraba la pervivencia del club e incluso le relevó en la presidencia en mayo de 2017. «Cuando era difícil que alguien quisiese aceptar el reto, me pegué una pedrada en la cabeza, je, je. Aunque suene ingenuo, he tenido una carrera porque en su día hubo directivos sacando todo adelante. Esto era un legado que no se debía dejar perder», explica.
«Era difícil que alguien aceptase el reto de dirigir el club, pero me pegué una pedrada en la cabeza, je, je»
Compromiso con el joventut
Ahora dirige un club con 500 jugadores de ambos sexos en la cantera, con conjuntos de silla de ruedas y discapacitados intelectuales. El cargo le ocupa «siete días a la semana», pero está satisfecho porque «seis jugadores del primer equipo son canteranos». La Penya le ha atrapado por los cuatro costados. Aquella aventura juvenil decidió su vida. Se casó con una badalonesa y su hijo y su hija juegan al baloncesto. Entre tanto, intentó terminar Arquitectura, pero «son estudios presenciales y no pude».
Juanan Morales nació en una ciudad «que es baloncesto, no solo un monocultivo del Athletic». Prevé un partido difícil en Miribilla porque «costó ganar» al Surne en la ida y «Mumbrú (de origen verdinegro) nos conoce muy bien». Lleva grabado en el corazón lo que una vez le dijo su hermana: «Con el baloncesto has vivido experiencias que yo nunca tendré».
Su carrera
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DNI. Bilbao, 1969. Se inició en el baloncesto a los 9 años en el colegio Loiola Indautxu.
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Equipos. Joventut (1987-95), Real Madrid, PAOK, Baskonia, Panionios, Rimini y Olimpiacos.
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Palmarés. Copa Korak'90 (Joventut), dos Ligas ACB (1990-91 y 1991-92), Copa de Europa'92 (Joventut), Eurocopa'97 (R. Madrid), 57 partidos con España.
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