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La triatleta participando en una prueba internacional con su país. ITU

Una joven triatleta surcoreana se suicida tras sufrir abusos continuados de sus preparadores

Choi Suk-hyeon se quitó la vida después de padecer acoso y palizas de su entrenador y su médico. «Prefiero morir a que me traten como un perro», dejó escrito en su diario

laura gonzález

Jueves, 2 de julio 2020, 19:01

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«He sido agredida de forma tan violenta que lloro todos los días». Estas y otras frases, como la última, en la que relataba que prefería morir «a que me traten como a un perro», las escribió en su diario la joven triatleta de Corea del Sur Choi Suk-hyeon, quien a sus 22 años puso hace unos días fin a su vida suicidándose. Lo hizo en el dormitorio de las instalaciones en las que descansaba junto a su equipo en Busan.

Una noticia que ha dejado conmocionada al país. No solo por su juventud y por ese trágico final, sino principalmente por los motivos que la llevaron a ello. Y es que la deportista llevaba tiempo padeciendo abusos tanto de su entrenador como del médico del equipo. Un auténtico calvario traducido en palizas, acoso y ataques psicológicos que ya había denunciado en alguna ocasión pero que habían sido ignorados por parte de las instituciones.

Ninguno de sus compañeros llegó a testificar ratificando estos episodios, que se siguieron manteniendo hasta que la medallista de bronce en categoría junior en los campeonatos asiáticos de 2015 ya no pudo aguantar más. Según apunta la prensa coreana, la familia de Choi Suk-hyeon confiesa que la joven estaba frustrada por lo lento que avanzaban las investigaciones y por la nula colaboración de los triatletas con los que compartía equipo, que no habrían hablado por miedo a represalias.

La deportista había aportado como prueba varios audios en los que se podía escuchar a una voz de hombre gritándole. «¡Ven aquí y aprieta las mandíbulas!», decía, además de otras amenazas, antes de darle varias bofetadas. «Te daré otra lección si te enfadas mañana, ¿vale?». Según relató su padre, en una ocasión le obligaron a comprar 166 dólares en pan y a comérselo todo de una vez como castigo por haber subido de peso. Por las redes sociales han circulado capturas de pantalla en las que se puede leer el último mensaje que envío a su madre, en el que la suplicaba «revelar los pecados» de sus agresores.

Más casos en Corea

La Federación de Triatlón de Corea ha prometido tomar medidas contra los abusos en el ámbito deportivo y junto a la federación internacional investigarán a fondo el caso protegiendo a los demás triatletas. Este país es uno de los que más medallas olímpicas suele obtener tanto en los Juegos de invierno como en los de verano, y en muchas ocasiones se han denunciado abusos físicos y verbales por parte de los deportistas. El año pasado, sin ir más lejos, la patinadora Shim Suk-hee, doble medallista de oro olímpica, acusó de agresiones sexuales a su exentrenador, que fue condenado a una pena de diez años de presión.

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