Cómo elegir unas buenas gafas para rodar

La chica de las gafas, me suelen decir. Y es que, para mí, son una parte importante de la indumentaria ciclista. Casco, gafas y guantes son elementos de protección. Puedes salir a rodar con culote o sin él, con maillot o con camiseta, y no pasará nada, pero salir sin gafas es exponerse a un accidente, o a terminar con molestias en los ojos.

En carretera es fácil que por la velocidad se te meta algún mosquito en el ojo o te entre alguna piedrita y puedas tener un susto por ello. En el monte, la luz que filtra entre los árboles puede que no te deje ver bien el terreno, o algo peor, una rama te rasguñe el ojo. De ahí la importancia de elegir bien unas gafas.

Seguro que te has pasado horas mirando gafas de ciclismo deportivas en Internet. Y es posible que gran parte de ese tiempo lo hayas perdido por no saber qué modelo elegir. Aquí te daré algunas claves, pero primero hay que empezar destacando las dos partes bien diferenciadas de una buena gafa para este deporte: montura y lentes o cristales. Estos últimos deben contar con una protección ultravioleta homologada por la UE/FDA y estar fabricados en policarbonato. Este material es ideal para cualquier tipo de gafa en el que haya un riesgo de rotura, como las que se utilizan para protección industrial, para airsoft, padel... Tiene una alta resistencia al impacto y sus costes de fabricación en relación con los beneficios que se obtiene de él lo hacen ideal. Además, sus propiedades ópticas también lo avalan.

Asimismo, las lentes de las gafas deben proporcionar un buen campo de visión, lo que hará que no nos resulten incómodas y que tengamos que mirar por los bordes. En carretera esto es algo que nunca vas a querer. Hay que comprobar que la anotomía de tu cara sea compatible como el modelo que elijas. ¿Y esto cómo se consigue? A base de probarte varios modelos o si decides hacer tus compras on-line, fíjate si el vendedor incluye recomendaciones al respecto.

Los cristales además deberán ser intercambiables, para darnos la posibilidad de poner otros dependiendo de la climatología, y es conveniente que estén ventilados, y a ser posible anti-vaho. Esto hará que la circulación de aire sea buena entre la cara y el la parte posterior de la lente y no se empañarán, evitando que veamos mal. Fíjate que los cristales tengan los típicos agujeritos o ranuras que actúan como 'ventiladores' para tus ojos.

En un día con mucha luz, necesitaríamos cristales bastante oscuros para estar cómodos. Mientras que si lo tuyo es practicar MTB entre bosques, o sales a pedalear un día nuboso, lo ideal son lentes más claras o lo mejor de todo: gafas fotocromáticas. Este tipo de gafas se pondrán más claras u oscuras dependiendo de la iluminación que exista en el ambiente debido a la propiedad físico-química que poseen y que les permite oscurecerse o aclararse en función de la cantidad de luz ultravioleta que reciban o dejen de recibir.

Teniendo en cuenta la montura, tiene que estar fabricada en material hipoalergénico, moldeable y resistente a la vez. No hace falta que te vayas a materiales de alta gama, pero sí al menos un buen acetato de calidad. Esto es porque son mucho más difíciles de fracturarse, y en caso de hacerlo las partes rotas serían inofensivas para la integridad facial del ciclista.

La montura debe ser cómoda, que asiente bien y no se mueva. Hay quien prefiere que sean envolventes y que se queden muy pegadas a la cara, o que tengan un poco más de holgura. Deberás probar para ver cual es el tipo de gafa de ciclismo con el que te sientes más cómoda.

La parte final de las varillas, los terminales o patillas, deberían ser de una goma antideslizante. Esto aporta un punto extra de comodidad y de agarre. Si estos terminales fueran reemplazables, mejor que mejor.

Si tienes en cuenta todos estos requisitos tu elección será mucho mejor y estarás más satisfecha con tus gafas y, por supuesto, te durarán más tiempo. Y una última recomendación, ¡lleva las gafas siempre por fuera del casco! Es algo que hay que tener en cuenta, ya que si las llevas por dentro de las correas del casco y tienes una caía, no van a salir despedidas y pueden dañarte la cara, o lo que es peor, los ojos.