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Momento en el que Ainhoa tapa el saque de la portera holandesa. TWITTER

A vueltas con las manos de Ainhoa

La jugada que protagonizó la baracaldesa ha suscitado una gran polémica ya que la decisión de la colegiada terminó costándole el oro a España

robert basic

Lunes, 16 de diciembre 2019, 00:01

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Holanda ganó este domingo el Mundial de balonmano de Japón en el último segundo y de penalti. Los siete metros no fueron señalados por una dura falta de una defensora española ni tampoco por una agresión. Las árbitras francesas decretaron la pena máxima porque a su entender la baracaldesa Ainhoa Hernández cometió una infracción grave al tratar de impedir que la portera rival pusiera el balón en juego. ¿Qué ocurrió? Wester detuvo un lanzamiento y quiso sacar rápido, pero la pivote vizcaína saltó y levantó los brazos en la marca de los seis metros. Las colegiadas consideraron que invadió los seis metros, le mostraron la roja y llevaron a Abbing a la línea de castigo. No perdonó.

La jugada en cuestión es muy polémica porque no se sabe con seguridad si Ainhoa Hernández 'violó' el espacio aéreo de la meta holandesa. Ahí está justo la clave de la acción: si sus brazos cruzaron la línea de los seis metros el reglamento es claro: penalti y expulsión. Pero si no lo hizo, como lo mantiene la jugadora del Zuazo y de España y el resto de los integrantes de la selección, entonces a las 'Guerreras' se las infligió un daño irreparable. Nadie entiende por qué no hubo 'instant replay', para que las árbitras pudiesen consultar la pantalla y obrar en consecuencia. «Al principio me han dicho que no iban a pitar nada», comentaba Ainhoa poco después de la final. «Estaba recta, no estaba dentro», aseguraba la pivote. «La portera holandesa empezó a gritar y entonces dijeron que los brazos estaban dentro». La vizcaína agregó que luego las colegiadas galas «admitieron su error después de decir que no se veía claro. Ya está, no podemos hacer más. No sé si estaba bien o mal pitado», se resignó.

El gijonés Ramón Gallego, presidente de la Comisión de Árbitros y de Reglas de Juego de la Federación Internacional de Balonmano, analizó lo ocurrido en la Ser. «La regla dice que en los últimos 30 segundos no se puede obstruir el saque de la portera. Si la defensora mete los brazos es roja y siete metros. Creo que las manos estaban dentro. Decisión correcta». Su exposición no la compartía el bilbaíno Jorge Dueñas, ex seleccionador de España y actual técnico de Brasil. «Hay que tenerlo muy claro para pitarlo. No se ha tomado la decisión correcta».

El reglamento dice

  • SAQUE DE PORTERÍA Se les permite a las jugadoras del equipo defensor estar justamente fuera de la línea del área de portería, pero no se les permite tocar el balón hasta que éste haya rebasado completamente la dicha línea.

  • EN LOS ÚLTIMOS 30 SEGUNDOS Si una jugadora evita indebidamente que el equipo rival pueda jugar el último ataque será sancionada con tarjeta roja y siete metros.

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