Aitana Rodrigo, bronce y mínima para el Europeo Sub'23

Aitana Rodrigo llegó a Getafe con un muro que derribar. Estaba a 11 segundos y 50 centésimas de la salida de los 100 metros, y derribarlo suponía para la velocista de Galdakao el pasaporte para el Campeonato Sub'23 de Tallin (Estonia). Tenía dos oportunidades, pero Rodrigo no quiso esperar. Una semifinal con viento favorable, una pista rápida y por fin unas buenas sensaciones de competición fueron la alineación perfecta para que la vizcaína marcara 11.49, un premio para el esfuerzo de una temporada de altibajos y de dificultades a las que ha sabido hacer frente para estar al máximo en el momento adecuado. Rodrigo estará en la lista para la cita europea en categoría promesa del 8 al 11 de julio, y con eso podía pensarse que su actuación de Getafe estaba plenamente justificada. Pero quedaba la guinda, el premio añadido, el placer de colgarse una nueva medalla en un campeonato absoluto. Tercera en la final (11.57) tras María Isabel Pérez y Paula Sevilla, la vizcaína sale reforzada de la cita tras haber sido tercera en la misma distancia hace una semana en el Nacional Sub'23 de Nerja.

Sus 11.49, además de ser mínima europea, son marca personal y le permite acercarse un poco más a Cristina Castro, la gran dominadora de la velocidad vasca y que tiene su récord de Euskadi de la categoría en 11.44, y el absoluto en 11.36. El duelo en los rankings vascos entre la de Galdakao y la de Usansolo promete ser intenso. Además, esa marca permite a Aitana Rodrigo romper la barrera del 11.50 (ella tenía 57) y convertirse en la 16ª mujer en la historia de la velocidad nacional en correr por debajo de ese registro.

No es de extrañar la felicidad de la vizcaína, que después de un mes de mayo donde realizó su mejor registro en la distancia en Valladolid, fue seleccionada para la Liga de Naciones donde tuvo un contratiempo en el relevo corto –fueron descalificadas– y después no encontraba esa prueba donde mostrar la marca que estaba convencida que tenía. Hasta ayer. Que arrancó la semifinal en Getafe para poner rumbo a Estonia.

Esa mínima y ese bronce fue el golpe de efecto del atletismo vizcaíno en un Nacional plagado de primeras figuras que afinan su puesta a punto para los Juegos o se juegan en Getafe la última opción de viajar a Tokio. Es el caso de Carlos Mayo y Mohamed Katir, que cruzaron sus caminos en la pista madrileña. El zaragozano Mayo tiene la mínima para el 10.000 y ha estado preparando la cita de Tokio en Teruel, mientras Katir ha asombrado esta temporada con un brutal récord nacional de 5.000 metros con 12.50 y siete segundos de margen respecto al anterior.

Pero los campeonatos no son mítines y las carreras tácticas todo lo igualan. Y si en la pista está un competidor nato como Mayo, puede suceder que el pupilo de José Luis Mareca descorche su clase para batir al sprint al gran favorito, incapaz de rebatir la garra del aragonés.

La jornada del campeonato dejó otros momentos brillantes, como el regreso de Sergio Fernández y Laura Bueno a lo más alto del podio en 400 vallas y 400 lisos, respectivamente. El navarro, subcampeón europeo y semifinalista olímpico, ha vivido un infierno de lesiones desde el Mundial de Doha de 2019, fecha de su última competición hasta que ayer ganó con 49,55 y tuvo el premio del pasaporte a Tokio, siempre que su fragilidad física se lo permita. Algo parecido a lo de Laura Bueno, que se perdió 2019 y 2020 por una larga lista de lesiones.

Por parte vasca, destacó el triunfo de Maialen Axpe en una igualada final de pértiga, donde la también guipuzcoana Malen Ruiz de Azua fue tercera. Y en longitud, la alavesa Tessy Ebossele, de 18 años, fue tercera con 6,61, lo que supone mínima europea sub'20, y además igualar el récord de Euskadi absoluto en poder de Olatz Arrieta, hecho en altitud.

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