Teresa Gorospe | Retirada a los 19 años

«No puedo dar más en la gimnasia. Tengo lesiones graves que podrían empeorar»

- ¿Por qué ahora?

- Ha llegado mi momento de dejar la rítmica. Tengo muchas lesiones bastante graves que pueden ir a más. Los dos labrum rotos de las caderas y un dolor de espalda bastante fuerte. No puedo seguir cuatro años más porque no creo que mi cuerpo aguante. Además, quiero pasar de etapa y disfrutar de la nueva vida que me viene, estudiar Medicina, que es otro sueño que tengo. En la gimnasia no puedo dar más.

- ¿Cuándo se plantea la retirada por primera vez?

- Al principio de temporada sabía que iba a ser mi último año y lo quería disfrutar. Durante todo este tiempo lo he ido asimilando y por eso ahora no me ha venido tan de golpe.

- ¿A quién se lo dijo primero?

- A Salma (Solaun), a mi familia y a las entrenadoras, por supuesto. Mis compañeras, que sufren mucho con la rítmica, fueron las primeras en enterarse. Todas lo entendieron y están felices de que pase a otra etapa.

- Los 19 años parecen prematuros pero, ¿para la gimnasia ya es una edad avanzada?

- Sí, porque empezamos desde muy pequeñas. Yo lo hice con 6 años y ya con 9 estaba en los campeonatos de España. En comparación con otros deportes, este es muy lesivo y muy difícil psicológicamente. Ta vas dando cuenta a medida que te haces mayor. Es imposible aguantar hasta los 40 años en la rítmica, porque el cuerpo no aguanta.

- ¿Y qué es más dura, la preparación física o la psicológica?

- Las dos porque hay que entrenar mucho para conseguir todos tus objetivos. A nivel psicológico y mental es difícil porque tienes mucha presión, debes representar a tu país de la mejor forma posible. Esas horas de sacrificio y esfuerzo que has hecho durante todo el año se ven reflejadas en un minuto y medio. Es muy difícil.

- ¿La Federación cuenta con un psicólogo deportivo para ayudar?

- Sí. A mí me ha ayudado mucho este año. Por ejemplo, el otro día cuando iba a hacer mi último ejercicio de cinta, estaba llorando antes de salir al tapiz. Intentaba controlar las lágrimas pero se me saltaron, salí llorando pero me ayudó a centrarme y el ejercicio me salió bien. En la gimnasia no he visto a nadie que esté todo el rato arriba y perfecta psicológicamente. Siempre hay que tener un momento de bajar para volver a subir.

- ¿Seguirá vinculada a la gimnasia de alguna forma?

- Supongo que vendré a visitarles y a verles competir. Haré algún campus, masterclass o exhibiciones que me llamen pero lo que es competición, ya no. Simplemente seguiré en Madrid para estudiar medicina en la UCM.

- ¿Recuerda el momento de su primera clase con 6 años?

- Perfectamente. Hacía baile en mi colegio y no me gustaba nada pero en el patio había una compañera que siempre hacía rítmica. Me gustaba y mi madre me apuntó... Recuerdo que aquel primer día intentaba cogerme la pierna, pero era imposible y mira ahora. Enseguida parecía que tenía condiciones para estar allí.

- Y luego llegó Salma Solaun, su gran apoyo.

- La conocí unos años después porque ella estaba primero en escolar y luego subieron a base a hacer conjunto. Hicimos el primer conjunto juntas y desde ahí hemos estado 11 años muy unidas.

- ¿Hace cuánto que no compite junto a Salma?

- Pues desde que dejó la individual, que fue en 2021, o en conjunto en 2018 que hicimos nuestro último conjunto.

- ¿La ha echado de menos?

- Sí, en conjunto siempre nos hemos conectado muy bien porque ella tiene todo lo que a mí me falta y yo tengo... bueno, a ella no le falta nada. Nos complementamos perfectamente. A lo mejor yo hacía algo de riesgo y ella me lanzaba perfecto al sitio. En los pasitos ella es la que destaca más. Hacíamos el conjunto perfecto con las otras tres compañeras.

- ¿Hasta dónde cree que pueden llegar en los Juegos?

- En conjunto, espero que hagan los ejercicios de su vida. Si lo clavan, creo que tienen muchas opciones de medalla porque son las mejores. Sin Rusia ni Bielorruisa aumentan las posibilidades. Que se sientan tranquilas con el trabajo que han hecho. Si ganan, la medalla va a ser increíble. Pero que sobre todo que salgan tranquilas y sin presión. Y a las individuales pues que alguna de las dos o las dos consiga el diploma olímpico. Y que sobre todo que disfruten, que ya estar ahí es lo máximo que pueden conseguir.

- ¿Qué le diría a una txiki que esté empezando ahora en la gimnasia y se haya fijado en ustedes?

- Que luchen, que nunca sabes lo que puede pasar en esta vida y que trabajen diariamente. Si ellas lo quieren de verdad, lo pueden conseguir.

- En su despedida dijo: «Espero que hayáis disfrutado de la gimnasia». ¿Cómo la definiría?

- Diferente. Como no tengo las cualidades que tienen gimnastas como empeine, rodillas, líneas perfectas, la mía es más expresiva, más de arriesgar en la dificultad. Cuanto más arriesgas, más tienes la probabilidad del fallo. Pero bueno, así también es la gimnasia.

- ¿Cuál ha sido el mejor momento de estos 13 años?

- El Mundial Junior de 2019, que fue uno de los campeonatos más especiales que he hecho. Además, me quedo con 2022 porque estaba en mi mejor momento..

- ¿Y el peor?

- El 2020. Porque aparte del covid, al principio de temporada no fueron mis mejores montajes. Y después del covid me costó mucho volver a la competición. Además fue mi año de tránsito a Madrid, de dejar todo lo que tenía en Vitoria. Pero con el CAR estoy encantada de cómo me han tratado estos años. Es un sitio que si ofrecen a alguien la oportunidad de venir aquí, lo mejor que pueden hacer es aceptar. Lo tiene todo.

- Almudena Cid está peleando para que deportistas como ustedes coticen y no tengan los problemas una vez retiradas. ¿Cómo es su situación laboral?

- Tenemos diferentes becas, como la beca Podium que tengo yo. Y la verdad es que el Ayuntamiento, la Diputación de Álava, y el Basque Team nos facilita muchas cosas. No me quejo. También depende de cómo muevas tú ese tema. Cada uno lucha por lo que él quiere. Pero la gimnasia, por lo menos en mi nivel, no da dinero para vivir. Hay que estudiar y sacarse una carrera porque de la gimnasia no se vive. Ahora estamos mejor que en los años de Almudena. Si eres la mejor del mundo, igual sí puedes beneficiarte.