«Aquí el fútbol y el baloncesto se lo llevan casi todo»

- ¿Por qué tienen que jugar la competición vizcaína?

- En Álava hay pocos equipos femeninos senior y nos tenemos que mover para competir. Este año jugamos la liga de Vizcaya. Otra veces, lo hemos hecho en Guipuzcoa.

- Es jugadora y entrenadora. ¿Cuándo sintió esa llamada de los banquillos?

- Hace unos años se necesitaba gente. Como lo de enseñar y formar es algo que también me atrae, empecé en el colegio Ibaiondo y después me trasladé a Corazonistas. Siempre he entrenado a equipos femeninos. Desde que en mi club actual se apostó por las chicas, hemos notado un incremento en el número de niñas que se han ido sumando a este deporte.

- ¿Se ve el balonmano de forma diferente?

- Es otro punto de vista. Una cosa es jugar y otra trasladar lo que quieres que hagan tus jugadoras. A veces pienso que primero me tengo que aplicar algunas pautas como jugadora para luego ser capaz de entender cómo llegar a las niñas con ese mensaje. Al ser entrenadora y jugadora a la vez, aprendes de ambas cosas. Yo les enseño pero a la vez, también me quedo con una parte del aprendizaje.

- ¿Cuánto hay de pedagógico en la formación de las categorías escolares?

- Hay una parte importante de transmisión de valores como el respeto, el apoyo mutuo o el juego en equipo. Si no te apoyas en tus compañeras, te caes pronto. Lo colectivo por encima de lo individual. El balonmano es de los deportes de equipo donde cada una de los integrantes debe sentir y entender su rol.

- ¿Qué referentes tienen las niñas?

- Suelen ver partidos, pero referentes como tal, supongo que las jugadoras de la seleccion. Cuando yo empecé, estaban Eli Pinedo o Patri Elorza, alavesas que han llegado a lo más alto, ganando ligas y un bronce en los juegos olímpicos. Para mí eran lo más y una motivación para pensar que se puede llegar.

- ¿Considera que existe un auge del balonmano femenino?

- Se nota mucho. Desde hace unos años tiene más visibilidad, se pueden ver los partidos de la selección en la televisión. En Europa es un deporte con mucho seguimiento. Eso de alguna manera repercute en positivo porque las niñas conocen el deporte y tienen referentes. Desde luego, las Guerreras han sido importantísimas para su crecimiento.

- En Álava, ¿el debe es no tener un equipo en una categoría de la élite?

-Tenemos al Eharialdea en la Liga Vasca. Es verdad que estuvieron en la División de Honor Plata y fueron años muy buenos, con mucho seguimiento. Ellas han sido referentes. Es verdad que tenemos pocos clubes si nos comparamos con Vizcaya o Guipuzcoa, donde en cada pueblo te puedes encontrar más de un club con muchas chicas. También traslado esto al balonmano masculino en el que tenemos al Gure Auzune y Corazonistas como puntales. Nos falta visibilidad para dar a conocer nuestro deporte. La competencia con otros deportes es brutal. Aquí el baloncesto y el fútbol se lo llevan casi todo.

- ¿Se asume el riesgo en Álava de que niñas con talento se marchen a otras provincias para seguir su progresión?

- Como entrenadora, veo a niñas cómo mejoran año tras año y sí tienen un talento especial. Aquí se hace la selección de Álava, Vizcaya y Guipuzcoa, también la selección de Euskadi. Pero las que tienen opciones reales para poder tener un futuro, seguro que tendrán que marcharse porque aquí no tenemos balonmano profesional. Es verdad que cuando son tan niñas, se lo toman como un pasatiempo. Ser profesional es duro y llegan muy pocas.