Paula González, en un gesto típico de un lanzamiento en balonmano IGOR MARTÍN
Balonmano

«La esencia del Eharialdea es que somos un club de barrio»

La capitana Paula González, a sus 26 años, encabeza una nueva generación que pretende devolver al club a la División de Honor Plata de que descendió el pasado año

Olga Jiménez

Martes, 11 de diciembre 2018, 23:22

Paula González (Vitoria, 1992), lleva 12 años en el club balonmano Eharialdea donde vivió el ascenso a División de Honor Plata, además de jugar los cuatro años en esa categoría. Esta pivote enérgica y vital es una de las veteranas de un equipo joven que representa la nueva hornada del balonmano alavés. La capitana es consciente del esfuerzo que implica regresar a la élite en pleno proceso de reconstrucción. Jugadora de balonmano, irakasle y dantzari, reparte su tiempo entre sus grandes pasiones. Atiende a EL CORREO después de un entrenamiento.

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-Después del descenso de División de Honor, ¿toca purgar y reconstruir el proyecto del Eharialdea?

Toca reconstruirse y volver a donde estábamos y donde merecemos estar. El año pasado fue muy duro con el descenso. Pero una de las cosas buenas que tiene este club es que siempre estamos donde nos merecemos estar. Ahora corresponde estar en Primera Nacional, pero si algún año volvemos a ascender, que ojalá sea así, será porque lo hemos merecido.

-Fueron cuatro años en División de Plata inolvidables ¿qué tuvo aquel equipo que supo sobrevivir en una categoría casi profesional?

Nunca perdimos nuestra esencia y seguíamos siendo un equipo de barrio. Puede venir gente de fuera por estudios o trabajo, pero nunca ha habido grandes estrellas ni contrataciones. Siempre fuimos una piña, y todas sacábamos lo mejor de nosotras para competir en un juego colectivo. Igual éramos un club atípico, pero estuvimos cuatro años y muy orgullosas. El pasado año estuvo lleno de contratiempos, lesiones, ausencias y todo restó para no poder mantener el nivel deportivo.

-Y para dar un paso hacia delante, hay que dar dos hacia atrás ¿qué equipo han conformado para pelear en esta Primera Nacional?

La mitad de la plantilla prácticamente es nueva y muy joven. Yo soy la segunda veterana del equipo con 26 años. Se nota ese cambio generacional y con cambio de entrenador. Estamos en proceso de construcción y consolidación del equipo. Poco a poco creciendo. Como siempre, con nuestras lesiones, pero la esencia es la misma. Seguimos siendo un club de barrio.

-¿Sienten la presión de tener que jugar la fase de ascenso?

Ojalá llegásemos a la fase de ascenso porque sería algo increíble, pero debemos ir paso a paso. Quizás la gente piense que por el hecho de venir de un descenso de División de Honor Plata tengamos la obligación de ascender lo más rápido posible. Pero hay que tener en cuenta la base de equipo que tenemos, las ausencias importantes y que esta liga está muy igualada. Hemos jugado ocho jornadas, con tres victorias y cinco derrotas. No descartamos jugar la fase pero, lo importante, es tener unos cimientos sólidos con el trabajo de cantera, que es la esencia del club. Debemos atraer a más niñas para que se enganchen al balonmano.

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- Hablamos de Vitoria como ciudad del deporte ¿dónde situamos al balonmano?

Pues en un lugar importante, porque en esta ciudad hay una tradición de balonmano muy importante, tanto masculino como femenino. Es cierto que los deportes que tienen más tirón son el fútbol y el baloncesto. La verdad es que admiro el crecimiento de Araski y lo que está sirviendo para visibilizar el baloncesto femenino. Nosotras durante los cuatro años en la división de plata también tuvimos repercusión y nos sentimos muy agradecidas por vuestro seguimiento, pero siempre queremos más.

-Usted tiene dos pasiones, el balonmano y las dantzas ¿cómo reparte su vida y su tiempo?

Uff. Me faltan horas. A veces hago un croquis para organizarme. Soy irakasle en Lapuebla de Arganzón, entreno en Vitoria y estoy en el grupo de dantzas vascas Algara Dantza Taldea. Llevo diez años con las dantzas y me apasionan. Hacemos exhibiciones, y además de bailar en la Retreta, en los descansos del Baskonia, viajamos a nivel internacional. Esto requiere su tiempo, porque también entrenamos todos los viernes.

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-¿Dantzas o balonmano?

Umm no me hagas esa pregunta (sonríe). Es difícil elegir uno u otro. Es como el yin y el yang. Con las dantzas llevo desde muy pequeña. Pero sé que el día que decida dejar una u otra cosa, las echaré mucho de menos.

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