El lado desconocido de Najwa Nimri, la actriz que arrasa en 'La Revuelta': criada en Santutxu, vascoparlante y corista en la ikastola de Lauro
De padre jordano y madre vasca, la actriz nació en Pamplona y pasó su infancia y adolescencia en Bilbao, donde comenzó su pasión por la música
Najwa Nimri Urrutikoetxea (Pamplona, 1972) puede presumir de ser una de las responsables de la primera derrota en años de Pablo Motos en la televisión. Su entrevista ayer con Broncano en 'La Revuelta' atrajo a más de dos millones de espectadores de media, convirtiéndose en el programa más visto de la televisión. «Estás a punto de barrerle», le animó anoche al presentador, mientras denunciaba que está vetada en el espacio de Pablo Motos.
La actriz está de promoción. Estrena en Netflix su nueva serie, 'Respira', con la que espera repetir los éxitos de 'Vis a Vis' y 'La casa de papel'. Esas ficciones le dieron la fama internacional, aunque en España ya era conocida gracias a su interpretación en 'Salto al vacío' (1995), del director Javier Calparsoro, con quien se casó y tuvo un hijo.
Comenzó su carrera en el mundo de la interpretación en el Laboratorio de William Layton, en Madrid. Antes, durante su infancia y adolescencia en el barrio bilbaíno de Santutxu, se inclinó por la música y formó parte del coro de la ikastola Lauro. Empezó a cantar mientras escuchaba Los Stray Cats y Patti Smith, y disfrutaba de los conciertos de Negu Gorriak, Kortatu y Potato. ¡Hasta llegó a dar un concierto en el Kafe Antzokia! «Aquello fue muy emotivo porque fueron a verme mis amigos del colegio», desveló Nimri en una entrevista. También practicó ballet durante cinco años en la academia Jon Beitia.
De aquellos inicios en el barrio de Santutxu guarda el recuerdo familiar de su ama -así la llama hoy en día, tal y como recordó anoche en 'La Revuelta'- y de su abuelo, quien le inculcó el euskera. Nimri es «completamente bilingüe», aunque lamenta «que no tengo muchas oportunidades de hablar» euskera. Solo cuando se encuentra con la novia de un amigo suyo. «Trabajó mucho para que yo aprendiera. Él no tuvo esa oportunidad y siempre nos habló muy bien del euskera», desveló hace unos años.
La carrera de Najwa Nimri está llena de éxitos y sorpresas. Cuenta con dos Premios Ondas y cinco nominaciones a los Goya; ha hecho una decena de películas y trabajado con directores de la talla de Julio Medem, Alejandro Amenábar e Icíar Bollaín, entre otros; y formó durante casi dos décadas un dúo musical, llamado Najwajean, con el productor Carlos Jean. Su último trabajo en el mundo de la música es un álbum en solitario 'Ama', en honor a su madre.
Sincera como pocas, Najwa Nimri siempre dice lo que piensa, aunque prefiere evitar meterse en jardines con temas políticos. Eso sí, es partidaria de «quemar todas las banderas» porque no soporta que en África «los niños mueren de inanición». «Hay temas con los que no me permito ser frívola»
Najwa Nimri es hija de médicos. Su padre llegó de Jordania y en su familia paterna, dice la actriz, «tienen un nivel cultural muy alto; conocen cinco idiomas y han demostrado una gran capacidad de adaptación a los cambios». Nimri también tiene dos hermanos, aunque los dos viven fuera de Bilbao. De ahí que ya no visite mucho el País Vasco. «Es cierto que tengo familiares y amigos por parte de mi abuelo y de mi madre, pero la verdad es que no voy a menudo».
De su etapa en Bizkaia recuerda, además de su pasión por la música, su afición a deportes como el skate y el surf. Najwa Nimri definió en su día cómo era compatibilizar el cine y la música: «En la música estoy conmigo misma y en el cine me meto en la piel del personaje y me someto a las órdenes de otro. Cuando he pasado mucho tiempo a solas conmigo misma, es bueno estar bajo las órdenes de otra persona. Y después de estar mucho tiempo a merced de otra persona, me hace bien encontrarme conmigo misma».
