Los jueces de 'Masterchef' lloran a lágrima viva ante un hecho histórico

La velada de 'Masterchef' empezaba con polémica. Claudia acusaba a sus compañeros de haber enredado en sus cosas. «Me encontré la mochila abierta donde yo tengo mi diario y tenía una página rota», denunciaba la aspirante. «Esto es muy serio», advertía Samantha Vallejo Nágera. Su compañero Pepe Rodríguez iba más lejos. «Hay líneas que no se pueden cruzar», reprendía el chef. Todos afirmaban que era falso, pero el de El Bohío avisó: «Aquí tengo la prueba: la hoja del diario arrugada en una papelera. Me lo ha enviado dirección». Nadie habló. «Nos enteraremos», prevenía Samantha.

El mal rollo imperaba entre los concursantes y todas las miradas apuntaban a Claudia. Los jueces animaron a sus pupilos a votar al peor compañero y la italiana salió elegida por mayoría. Esto la condenaba a la prueba de eliminación. No estaba sola porque Ana también lucía delantal negro, castigada por Jordi Cruz en el anterior programa.

Huelva acogía la prueba de exteriores y Claudia llegaba allí con fuerzas renovadas. «He estado muy de bajón y a puntito de tirar la toalla. Pero me he venido arriba», proclamaba. La aspirante compartía equipo con Ana, Jotha, Eneko, Lluis, Jorge Juan y Luca, y tan enérgica estaba que logró ser destacada como la mejor del grupo, despojándose así del mandil de luto. Fray, Francesc, Alex, Camino, Marta, Ana y Pilu se la jugaban esta vez en la eliminatoria.

El duelo final era muy dulce. Los condenados al foso debían elaborar una tarta nupcial. Una vez más, Fray Marcos escogió cocinar, pese a que contaba con el ya famoso pin de la inmunidad. Claudia contaba con una ventaja: restar diez minutos de cocinado a uno de sus colegas. Y volvió a estallar el conflicto. La idea de la actriz era entregar la rosa negra a Marta, pero antes chocó con Pilu. Al acercarse a ella bromeó diciendo que la joven era bastante cotilla y Pilu explotó. Tras negar la afirmación de Claudia, le acusó de ser injusta. «Yo fui la primera que te tendí la mano», recordaba enfadada. Su adversaria torcía el gesto. «No se me ha hecho la vida fácil y tú tampoco me has alargado el brazo», acusó. «Si haces la convivencia más complicada…», argumentó Pilu. Su contrincante le tiró entonces la flor que le quitaba tiempo. Pilu lloraba desconsolada y enrabietada. «¡Ojalá no me vaya porque se va a acordar de mí!», amenazaba. Y no se fue, realizando un postre que encandiló a los expertos.

«Fray Marcos la va a liar, ¡eh!», advertía Jordi al ver que el sacerdote no atinaba con su receta. «Es que no tiene nada», opinaba Pepe. El monje se explicaba. «Estoy pasando personalmente por momentos bastante difíciles en los que no me ayuda un ambiente como el de la casa. Soy un ser humano, debajo de este hábito también hay un hombre que se cansa. Y también echo de menos a mi comunidad», argumentaba. «Es como si hubieses llegado a un punto en el que dices que hasta aquí has llegado», comentaba entonces Pepe. Fray Marcos fue el expulsado de la noche. Y se fue con el pin a casa. «Has hecho historia en los once años de 'Masterchef' por ser eliminado con ese pin de la inmunidad», informaba el de El Bohío que se emocionaba al escuchar las palabras del eliminado cargadas de bendiciones y buenos sentimientos. Samantha tampoco evitaba el llanto. «Seguramente no es fácil que un religioso concurse en un programa como este. Y que haga un papel neutro tan bonito. Eres un religioso del siglo XXI», elogiaba Jordi. Pepe se sumaba a las alabanzas. «Has sido un soplo de aire fresco para este programa y para la televisión», aseguraba antes de despedir definitivamente a Fray Marcos.

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